Quemarán un muñeco de papel en el nuevo año

José Salmo importó la costumbre desde La Plata, su ciudad natal. Y desde hace cinco años fabrica muñecos con papel y engrudo de varios metros de alto, los llena de petardos y los quema en la primera hora del nuevo año a la vista de todos sus vecinos, que ya esperan el espectáculo en familia. "Es una tradición basada en la purificación; se quema lo malo y se recibe lo bueno pidiendo tres deseos", dijo.

Esta vez no será la excepción. A la 1 de la madrugada del 1º de enero, en la esquina de Ituzaingó y Valparaíso, todos los Salmo -José, su esposa y dos de sus hijos- le prenderán fuego a una imagen de cinco metros de altura de la parca, que, guadaña en mano, vestirá una túnica negra con la leyenda "No a las papeleras. Chau 2006".

Armar este muñeco de papel maché con base de madera le llevó a José ocho días de trabajo. Pero no afrontó solo tamaña empresa, contó con la ayuda de los vecinos que aportaron cartón, petardos y hasta le prestaron el galpón donde lo armó, ubicado en Avellaneda al 2200. La Capital estuvo viendo cómo el artesano ponía manos a la obra, y en pocos minutos entraron varias visitas a curiosear: madres con niñitos de la mano, mujeres y varones de toda edad, todos se dieron una vuelta y preguntaron la hora en que se realizaría el espectáculo.

"Esta vez el muñeco es una alegoría a la pelea que lleva adelante la gente de Gualeguaychú contra las papeleras. El año pasado lo quemamos a Bush, otro año a Bin Laden, es una forma de dejar de lado lo malo y augurar cosas buenas", explicó Salmo.

La costumbre está arraigada en La Plata desde los años 50. Allí, en todos los barrios la gente quema muñecos gigantes apenas el reloj marca las 24 del 31 de diciembre. Todos celebran por igual, hinchas de Gimnasia y de Estudiantes, chicos y grandes, cristianos y ateos y las imágenes de los muñecos van desde la representación de motivos infantiles, hasta los relativos a personajes políticos y deportivos.

Salmo recuerda que los primeros muñecos se hacían en una panadería de inmigrantes españoles y supone que la tradición cruzó el Atlántico desde Valencia, donde las fallas (quema de muñecos) son toda una tradición. Una costumbre que también es típica en Lima (Perú).

La parca será cenizas a la 1 de mañana.