|
domingo,
22 de
octubre de
2006 |
Esferokinesis: un soporte redondo para la columna
Un cuerpo que se mueve con una pelota evoca el placer de ser sostenido, la sensación blanda de un soporte esférico junto a la inquietud que plantea el equilibrio en esa dupla. Es una entrada placentera y lúdica para el trabajo corporal, un instrumento expansivo para adentrarse en un recorrido más íntimo y menos transitado hacia los sistemas orgánicos. Entre ellos, la columna vertebral es una de las estructuras más conocidas a partir de su espectro menos amable: la manifestación de sus dolencias.
La esferokinesis desarrolla las cualidades de las pelotas para entrenar otros sistemas orgánicos que brindan soporte al cuerpo, rehabilitar y ampliar los rangos de movimiento. La postura de flexión sobre la pelota proporciona un soporte inicial flexible y blando para la extensión de músculos y ligamentos. Permite que las vértebras se acomoden sin la presión que la gravedad ejerce en posición vertical y facilita que esa misma fuerza empuje al cuerpo hacia la pelota brindándole estabilidad y la posibilidad de extender la columna hacia sus dos extremos: el cráneo y el coxis. Además de continuarla en las proyecciones hacia el espacio a través de las extremidades.
La forma esférica del soporte que brinda la pelota invita a la extensión de los tejidos de conexión, entre ellos los ligamentos, que se realiza de un modo intenso y profundo. Permite la apertura de espacios internos y de los necesarios para que los discos intervertebrales se reacomoden en su espacio. Estos tejidos fibrosos, con su consistencia mullida, brindan amortiguación y protección a las estructuras óseas, a la vez que posibilitan una mayor continuidad al movimiento.
El soporte de la pelota permite el descanso atento de los músculos, solicitados por el cuerpo en todo momento, tanto para mantener la quietud como para permitir la expresión del movimiento.
En la práctica es indispensable el respeto y el cuidado de las posibilidades que presenta cada persona. A partir de encontrar más comodidad y confianza, la esferokinesis propone el entrenamiento sensible de otras estructuras de sostén.
Una mirada desarrollada en el país por maestras como Silvia Mamana y su equipo se basa en el trabajo desarrollado por la escuela de Body Mind Centering. Esta escuela fue creada por Bonnie Brainbrige Cohen en Estados Unidos y desde hace más de 30 años reúne investigaciones de anatomía vivencial con recorridos innovadores, sustentadas en el aporte de profesionales formados en áreas de la salud, el arte y el movimiento.
Cada sistema orgánico despliega posibilidades de movimiento y su exploración ayuda a rehabilitar y refuncionalizar tanto los espacios específicos de esos grupos como su expresión en la globalidad del cuerpo. Así, los órganos aportan su carácter blando y voluminoso; la linfa su fluidez, los ligamentos la continuidad y las glándulas su propiedad expansiva. Las esferas proporcionan su soporte y las cualidades lúdicas que configuran un entorno que es propicio para cualquier aprendizaje.
Paola Irurtia
[email protected]
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
|