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domingo,
22 de
octubre de
2006 |
A nuevo. El mayor coliseo argentino será restaurado
El Colón, mudo por 2 años
El complejo teatral es depositario de la más rica historia cultural
Ignacio Andrés Amarillo / Diario UNO Santa Fe
El teatro Colón de Buenos Aires, el mayor coliseo artístico de la Argentina y una de las entidades más destacadas de la actividad cultural a nivel mundial, cerrará sus puertas a fin de mes. Pero nadie debe alarmarse: las reabrirá en 2008, con la ópera Aída, la misma que recibió en 1908 a los primeros espectadores de la nueva sala (el viejo teatro Colón estaba ubicado frente a la Plaza de Mayo, donde hoy se encuentra el Banco Nación, y funcionó en la segunda mitad del siglo XIX).
El teatro será restaurado integralmente por primera vez en cien años.
Como un conjunto de cajas chinas, el Colón encierra muchos secretos, que podrán apreciarse mejor tras las obras emprendidas.
La arquitectura de ese templo lírico demuestra un eclecticismo típicamente argentino, pero también forzado por trágicas circunstancias: la obra dio comienzo según el proyecto del arquitecto Francisco Tamburini, a cuyo inesperado fallecimiento entró en escena su más cercano colaborador, Víctor Meano, quien efectuó algunas modificaciones en el proyecto original.
El asesinato de Meano a manos de su mayordomo puso en la obra al arquitecto belga Jules Dormal, quien le dio un tinte francés a una construcción nacida bajo parámetros italianos.
En la ornamentación se utilizó mármol de primera calidad y de distinto origen. La escalinata (o escalera de honor) es de mármol blanco de Carrara y las balustradas que la circundan son de mármol rosado de Portugal. Al pie de la escalera, las barandas terminan en dos cabezas de león talladas a mano en piezas completas. El último tramo de la escalinata, de planta semicircular, da acceso a la galería que conduce (también a ambos lados) a las escaleras que llevan al primer piso.
Las balustradas o barandas están ubicadas sobre el lado exterior de ambas escaleras; del otro lado, los basamentos están revestidos en mármol negro de origen belga.
Los vitrales del hall principal fueron realizados por la prestigiosa casa Gaudin de París en 1907 y representan distintos pasajes de la mitología griega.
La impactante sala, con siete niveles (platea y palcos bajos, palcos balcón, palcos altos, cazuela, tertulia y paraíso o "gallinero") tiene capacidad para 3.000 personas (2.500 sentadas). Debajo de los palcos bajos se ubican los "palcos de viuda", antiguamente destinado para mujeres en luto, que en la actualidad son usados como base de operaciones para el registro audiovisual de las obras y para las transmisiones de Radio Nacional.
Tras el deterioro por humedad de la cúpula pintada por Marcel Jambon, Raúl Soldi pintó una nueva obra inspirada e n la historia de la música; lo hizo sobre telas, que luego fueron colgadas y sus uniones disimuladas. El remate está dado por la araña, que pesa tres toneladas y media y tiene un pasillo circular alrededor para que se ubiquen allí cantantes, en busca de un efecto "celestial".
En el nivel de los palcos balcón se encuentra el palco presidencial, con capacidad para 34 personas, que cuando es vendido puede alcanzar en una gala el precio de 600 pesos por localidad. El Salón de los Bustos, ubicado delante del palco presidencial, toma su nombre de las efigies de Beethoven, Bellini, Bizet, Gounod, Mozart, Rossini, Verdi y Wagner que lo decoran: las mismas fueron realizadas en Italia.
Desde los extremos del Salón de los Bustos se accede al Salón Dorado, que ocupa el frente que da a Libertad y los dos ángulos de las calles circundantes. Toma su nombre del dorado a la hoja (con oro de 24 kilates) con que se decoraron sus columnas y paredes.
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Fotos
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El teatro Colón fue inaugurado en abril de 1857.
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