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 domingo, 22 de octubre de 2006  
Verano previsible. La demanda es tal que los plazos de entrega de equipos superan los 45 días
El miedo a los cortes dispara la venta de grupos electrógenos
Ya no sólo se instalan en fábricas y sanatorios, sino también en casas particulares y de fin de semana

Carina Bazzoni / La Capital

Ya no son coto reservado de las grandes fábricas, los sanatorios o las cadenas de heladerías. Frente al aumento del calor y la aparición de los primeros cortes de luz, la compra de grupos electrógenos llegó incluso a pequeños comercios, edificios de oficinas, hogares particulares y hasta casas de fin de semana. Las empresas que venden estos equipos tienen tal demanda que los plazos de entrega ya superan los 45 días, y según los cálculos de los titulares de estas firmas, se están instalando entre dos y tres generadores por día. Y aún más. Ahora, quienes planean una fiesta de boda o una celebración empresarial incluyen entre sus gastos lo que les implica alquilar un generador porque nadie que desembolsa varios miles de pesos en festejos quiere que un inesperado corte les arruine la fiesta (ver página 4).

Las consultas se incrementaron desde hace dos semanas, cuando la temperatura amenazó con superar los 30 grados y la red eléctrica empezó a mostrar fisuras dejando sin servicio durante horas a miles de usuarios del microcentro. En algunos casos, como en Pellegrini al 1200, el fenómeno afectó a carnicerías, panaderías y heladerías que no encontraron otra alternativa que tirar su mercadería a la basura.

"Tanto en las pequeñas y medianas empresas como entre los comerciantes existe una preocupación muy grande por asegurarse la provisión de energía eléctrica durante el verano", advirtió el titular de la Asociación Empresaria de Rosario, Elías Soso.

Y si bien el dirigente señaló que, en numerosas reuniones, desde la Empresa Provincial de la Energía (EPE) descartaron de plano que la provisión del servicio pueda entrar en crisis, "no pudieron garantizar que no vayan a producirse cortes de luz".

Así, comerciantes e industriales que quieren asegurarse la provisión de energía comienzan a estudiar la compra de generadores. Sobre todo los que tienen negocios o talleres instalados en lo que se considera "zonas sensibles" como el centro, el microcentro, el distrito sur y el barrio Echesortu.

Igualmente, la cantidad de emprendimientos que cuentan con estos equipos "es todavía ínfima -aclaró Soso- ya que la compra de los aparatos exige una inversión que todavía es imposible para muchas empresas de la ciudad".

Los grupos electrógenos son equipos que proveen de energía eléctrica. Pueden funcionar a nafta, gas natural o gasoil, de acuerdo a los requerimientos de potencia del lugar donde se instalen. En Rosario, la mayoría de los que circulan en el mercado son importados de Estados Unidos, aunque recientemente se empezaron a comercializar generadores nacionales y chinos.

Obviamente, el rango de precios varía, y mucho, en función del uso que se les va a dar. Arranca desde los 2 mil pesos para un consumo familiar que, frente a un corte de luz, puede mantener encendida la heladera, un aire acondicionado, una computadora y algunas luces. Y están los instalados en sanatorios e industrias que trepan a 30 mil dólares.

A estos valores hay que agregarles el IVA, la instalación y la insonorización de los equipos. Además de los gastos de mantenimiento que, de acuerdo al uso, varían entre 70 pesos, cada 3 meses para un consumo familiar, hasta los 1.500 pesos mensuales en las instalaciones industriales.


Desbordados de pedidos
A pesar de que los generadores son muy onerosos, las empresas que los comercializan no dejan de sentirse "desbordadas" de pedidos. "Ninguna tiene equipos en stock y, en el caso de los grupos grandes hay una demora en la entrega de hasta 60 días", asegura Juan Lo Celso, titular de Diseño Electrónico Industrial (DEI).

El mismo panorama pintó el gerente de Litoral Vial, Alberto Blanco. "La mayoría de las empresas grandes están invirtiendo en estos equipos", sostuvo.

De todas formas, aclaró que la compra no se origina en la intención de instalar generadores para autoabastecer su propio consumo eléctrico, sino simplemente en "prepararse para los cortes".

"La mayoría de las firmas instala lo mínimo indispensable para seguir trabajando en medio de un corte de luz. Ni siquiera tienen en cuenta la alternativa de crear fuentes propias para bajar el consumo de energía de red y que se afloje la presión de los transformadores y cables de la EPE", advierte Blanco.

Desde la empresa Aercom S. A., Oscar Genoval dijo que "obviamente" no se fabrican generadores de sobra "porque eso no sería beneficioso económicamente". Así que remarcó que en caso de que una empresa grande necesite un equipo deberá esperar un tiempo prolongado para adquirirlo. "Sobrellevar este panorama -añadió- no es fácil, porque en materia de energía hay tres puntos problemáticos: dónde se produce, en Salto o Yacyretá, se transporta, o se distribuye, como en el caso de la EPE Hace tiempo que si no falla un punto falla otro y encima las grandes ciudades como Rosario aumentan su consumo", añadió.

Y el dato de que en esta ciudad se prevé que a fin de año se terminarán de construir unas 170 torres de propiedad horizontal abona el comentario del empresario. El famoso boom de la construcción está íntimamente ligado a la demanda de energía. Y si bien la EPE instaló un nuevo transformador en Catamarca y Sarmiento para contrarrestar el elevado consumo, nadie da certezas de que los cortes puedan pararse.
Incluso en domicilios particulares
Si bien la demanda de equipos grandes superó ampliamente las cifras del año pasado, el verdadero fenómeno para las firmas que comercializan generadores se registró con los pedidos de los aparatos pequeños que no sólo se instalan en comercios y oficinas, sino incluso en casas particulares y residencias de fin de semana. Según se calcula desde las empresas que los comercializan, actualmente se están instalando entre dos y tres grupos electrógenos de pequeño porte por día.

"Todos los negocios relacionados con la alimentación: panaderías, heladerías o pescaderías tienen un miedo terrible de verse perjudicados por los cortes. Sobre todo los que ya los han padecido durante el verano pasado y no quieren volver a perder sus productos", indica Lo Celso.

Tendencia a la que se suman familias con ingresos acomodados y acostumbradas a la comodidad "que no quieren pasar ni una noche sin encender el aire acondicionado", apunta el titular de DEI.

Gran parte de estos pedidos llegan desde residencias de Fisherton, o de los barrios cerrados ubicados en la zona oeste de la ciudad, como Aldea y Hostal del Sol. Pero también de casas de fin de semana ubicadas en Funes o Roldán.

En la zona del centro, la mayoría de los edificios que se están levantando prevén la instalación de estos aparatos para que, en caso de falta de suministro de red, puedan seguir funcionando los ascensores, las bombas de agua y las luces de emergencia.

También algunos consorcios de construcciones antiguas comenzaron a evaluar esta posibilidad. "Hasta hay personas que nos han consultado para saber si pueden instalar un equipo en el balcón", cuentan los técnicos. Una estrategia acertada al momento de pensar en veranear en Rosario sin contratiempos climáticos.


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La gran vedete del verano son los generadores de electricidad.

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