Encuentran handy robado al remisero asesinado

Los investigadores del crimen del remisero Héctor Avila establecieron ayer que un handy vendido al encargado de una remisería trucha pertenecía al chofer asesinado el viernes a la mañana. Esta es una pista más en la búsqueda de los presuntos homicidas, de los cuales hasta ayer uno estaba identificado. En tanto, la madre de uno de los sospechosos que fue demorada pocas horas después del crimen fue excarcelada porque los indicios en su contra no son hasta ahora tan fuertes como para imputarle alguna participación en el hecho.

El aparato que pertenecía a Avila apareció el viernes a la tarde. Según fuentes de la pesquisa encabezada por la subcomisaría 22ª y la Brigada de Homicidios, el encargado de una agencia no habilitada de remises de Bolivia al 2300 se comunicó con la policía para hacer saber que horas antes le habían vendido un handy robado a cambio de 75 pesos.

"Este hombre admitió que había comprado un aparato malhabido, sin saber del asesinato de Avila. Cuando supo lo del crimen, le entró miedo y se comunicó con el Comando Radioeléctrico. El hombre cometió un delito (encubrimiento) al comprar algo robado, pero también tuvo el buen gesto de avisar y entregar el aparato cuando sospechó algo raro", comentó un funcionario policial, y agregó: "También aportó una descripción física del hombre que se lo vendió. Dijo que era un tal Alejandro, que es rubio y tiene un tatuaje en el cuello, a quien dijo conocer de vista y que creía que vivía en el barrio".

El aparato, marca Dartex, tiene grabado un número 49 y quedó secuestrado en la subcomisaría 22ª hasta que el hijo de Avila y el titular de la agencia para la que trabajaba la víctima pudieran establecer si pertenecía al chofer asesinado. En principio había dudas porque la remisería no suministraba handies a sus choferes, pero ayer a la tarde el aparato fue reconocido como perteneciente a Avila.

Héctor Avila fue asesinado el viernes cerca de las 10 en Cerrito y Circunvalación cuando llevó hasta ese lugar a dos mujeres que ejercían la prostitución en Zavalla. Al bajarse la segunda de las mujeres, al parecer el chofer fue sorprendido por dos hombres armados, uno de los cuales sería hijo de la meretriz, que le efectuaron dos disparos cuando intentó resistirse a un robo. Un tiro dio en una pierna y otro, el mortal, en la espalda.