Educación: guía para entender lo que se viene

Marcela Isaías / La Capital

¿Cómo será la educación desde el 2007? De aprobarse la nueva ley de educación nacional que se discute estos días, los cambios en las escuelas comenzarán a sentirse gradualmente. De todas maneras ya se conocen algunos puntos clave que marcan por dónde pasarán las novedades.

En principio, la escuela volverá a dividirse en primaria y secundaria, dejando atrás esa mezcla de nombres surgidos con la ley federal: EGB, polimodal y TTP.

Pero para que no sea sólo una cuestión de cambio de términos, la idea de que el secundario sea obligatorio ya ha ganado el mayor de los consensos.

Aquí serán las provincias las que deberán decidir si dejan el 7º grado en la escuela primaria como era antes de la reforma de los noventa, o si lo llevan a la secundaria.

En la escuela destinada a la educación de los adolescentes, habrá un ciclo básico y otro modalizado, que pretenderá orientar a los chicos en sus preferencias vocacionales. También está en las pretensiones de esta nueva ley permitir que los alumnos egresen preparados para ingresar a la universidad, desenvolverse como ciudadanos responsables y que sepan vincularse con el mundo laboral.

Mientras tanto, también anuncian transformaciones en el interior de las aulas. Por ejemplo, ya figura en el borrador de la ley el aprendizaje de una segunda lengua como obligatoria, se hará extensivo el uso de las tecnologías de la información y la educación ambiental y sexual formarán parte de los programas de estudio obligatorio.

Además, los chicos deberán saber sobre las Malvinas y la construcción de la memoria colectiva acerca de la dictadura iniciada el 24 de marzo de 1976, temas que serán parte de la agenda educativa en todas las escuelas del país.

La gran novedad para el año que viene será la aparición de un canal educativo, como complemento de la tarea de enseñar que se realiza en las escuelas.

Encuestas y consultas a los docentes circularon por estos meses con la idea de entablar un debate que sumara aportes a esta nueva norma, y si bien se sabe que la participación no tuvo la contundencia deseada, los consensos pasan por delinear una mejor educación y que los chicos aprendan en la escuela.

Esta fue la idea que primó, por ejemplo, en los padres de la Escuela Arzeno de Rosario. Ni lerdos ni perezosos hicieron circular una encuesta entre ellos para decir qué desean para sus hijos en materia educativa. Los resultados tuvieron difusión pública inmediata y marcaron lo que los padres pretenden: escuela secundaria obligatoria, una segunda lengua, garantizar una formación docente de calidad y capacitación permanente, más actividades de extensión cultural, artística, deportiva, y de informática, entre otras cuestiones.


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En líneas generales los pedidos de los padres tienen su reflejo en los puntos más destacados que se leen en el anteproyecto de la ley de educación nacional (puede leerse en forma completa en www.educ.ar).

Pero hay más. Para los más chicos se conservará la obligatoriedad de la salita de 5 años, y se promete universalizar el nivel inicial (arranca a los 45 días con las salas maternales), dándole prioridad a los chicos de 4 años.

La formación docente también es tema central en los cambios que se avecinan. Figura en este anteproyecto la creación de un Instituto de Formación Docente, para garantizar una formación inicial y continua de maestros y profesores. En tanto, que los educadores podrán hacer carrera en su profesión sin dejar el aula.

En los primeros puntos que figuran en este borrador de la nueva ley, hay afirmaciones claras respecto de definir a la educación como un bien público, política de Estado y prioridad nacional. Y asegurar que será el Estado el garantice el derecho a educarse. También garantizará un piso mínimo de financiación del sistema educativo del 6 por ciento del PBI a partir del 2010.

La discusión educativa con vistas a elaborar una nueva ley arrancó oficialmente a principios de este año. Las metas están fijadas para que antes de fin de año la misma se apruebe y entre en vigencia en el 2007. Pero antes será decisivo que no sólo los docentes y especialistas conozcan en detalle qué se propone para la educación de niños y jóvenes, los padres tienen un papel destacado a la hora de definir la escuela deseada para sus hijos.