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 domingo, 08 de octubre de 2006  
Shiatsu: canales de energía

El origen del pueblo japonés es un gran enigma sin descifrar aún para los historiadores y arqueólogos. Tampoco se conoce bien el origen de la medicina japonesa. Según el manuscrito "Crónicas de Sucesos Antiguos", uno de los libros más antiguos del Japón, redactado en el año 712, se sabe que además de la cura por medio de los "chamanes" existían terapéuticas elementales, entre ellas el masaje.

Alrededor del 701 se redactó en Japón el Código Taihoo, que regulaba el sistema político y también la institución médica de esa época. Según se afirma, la palabra Anma apareció por primera vez en el mencionado código. El Anma se basaba estrictamente en los principios y la filosofía de la antigua medicina china, tales como el Ki, el Ying-Yang, los cinco movimientos y los meridianos, y en las prácticas del Do In, una técnica de movimientos y estiramientos muy utilizada en China.

A través de la historia japonesa se puede saber que muchos médicos antiguos empleaban las técnicas del Anma para el tratamiento de las enfermedades. Y partir de los conocimientos y experiencias acumulados se desarrolló un método de diagnóstico y tratamiento llamado Ampuku (diagnóstico abdominal).

Pero luego, en la época de la restauración del imperio, en el siglo IXX, Japón abrió sus fronteras al mundo e ingresaron las modernas tecnologías de Occidente, entre ellas el estudio y la práctica de la medicina occidental. Ya en el siglo XX aparecieron movimientos de rehabilitación de las antiguas prácticas médicas japonesas, liderados por profesionales formados bajo pautas educativas europeas.

El masaje europeo llegó a Japón desde Francia, basado en la teoría médica moderna que fue recibido con entusiasmo por los masajistas de la época. Y entre 1912 y 1926, se incorporaron algunas terapias manuales americanas (quiropraxia, osteopatía). Entre ellas estaba el shiatsu, que no se sabe cuándo o por quién fue creado, pero según la opinión general, es un método de tratamiento empírico, desarrollado a partir del Do In y de la Anma clásica, e inspirado, en parte, en las teorías y técnicas de las modernas terapias occidentales.

En el Japón obtuvo el reconocimiento oficial en el año 1955, y entre los numerosos practicantes que contribuyeron a su difusión y popularización se destacan los maestros Tokujiro Namikoshi y Shizuto Masunaga.


Estiramiento y manipulación
Shiatsu es una palabra japonesa compuesta de dos caracteres que significan dedo (shi) y presión (atsu). Según el Ministerio de Salud Pública japonés, "la terapia shiatsu es una forma de manipulación aplicada con los pulgares, los dedos y las palmas de las manos, sin ayuda de instrumento alguno, mecánico u otro, para ejercer una presión sobre la piel con vistas a corregir trastornos internos, promover y conservar la salud y tratar determinadas enfermedades". Además de la presión en sí misma, utiliza técnicas suaves de estiramiento y de manipulación, y trabaja en el flujo de energía o Ki que circula a través del cuerpo en canales específicos llamados meridianos.

La medicina oriental tradicional afirma que todos los seres tienen una "fuerza vital" o "energía vital" que ha creado su estructura física regulando la estabilidad física, emocional, mental y espiritual. En el shiatsu, el tacto físico se utiliza para evaluar en la persona la distribución de Ki a través del cuerpo, y para intentar, por consiguiente, corregir cualquier desequilibrio.

Su importancia no radica en el número de técnicas que se utilizan sino en la exhaustiva comprensión de la teoría de meridianos y tsubos (puntos de presión) que permiten al terapeuta la determinación de un preciso diagnóstico y tratamiento. Las bases de la terapia shiatsu se sustenta en los siguientes aspectos:

u Energía

Los chinos propugnaban la existencia de una energía vital a la que denominaban Chi. Toda materia, animada o no, está compuesta y transfundida por esta energía universal. El Ki, como se pronuncia en japonés, se considera como nuestra "esencia vital" que mantiene y nutre tanto nuestro cuerpo físico, mental, como el espiritual. Esta energía está en todas partes, se mueve y cambia rápidamente de un momento a otro.

El cuerpo humano es un campo por el cual la energía está continuamente en movimiento, circulando a través de canales específicos llamado meridianos.

u Ying y Yang

La teoría del Ying y Yang está bien representada por el símbolo tradicional taoísta. El círculo representa la totalidad que se divide en Ying negro y Yang blanco. Los círculos pequeños del color opuesto muestran que dentro del Ying hay Yang y viceversa. La curva dinámica que los divide indica que Ying y Yang están en un proceso de fusión continua. Así Ying y Yang se crean, controlan y transforman uno a otro.

u Meridianos

Es muy difícil de asimilar el sentido del concepto de meridiano. A simple vista parece algo abstracto y vago, o que no puede ser definido mediante el razonamiento típico. Quizás una manera adecuada sea la de imaginarlos como senderos o canales por los que circula el Ki.

El malestar o enfermedad es atribuido a la deficiencia o exceso de energía en cualquiera de los meridianos, que automáticamente trastocaría la armonía del ser como totalidad. Cuando una persona es sana, Ki fluye sin obstáculos, como el agua en un río, de esta manera la energía se distribuye bien a través de los meridianos. Cualquier tipo de "enfermedad" es una muestra de que la energía dentro del sistema de meridianos está desequilibrada. Cuando la energía se estanca o bloquea un meridiano, demasiado Ki está circulando por una parte del cuerpo, y se manifiesta un estado de exceso que llamamos Jitsu; mientras que en alguna otra parte del cuerpo se manifestará un estado de vacío que llamamos Kyo. El exceso, lo evidente, nos indicará el camino para llegar a Kyo, lo que no podemos ver a simple vista.

u Diagnóstico

La función más importante para el terapeuta de shiatsu es el diagnóstico. El terapeuta debe conocer cómo está circulando el Ki a través de los meridianos. Cuando se diagnostica se lo hace en función de la energía del cuerpo, entonces, en shiatsu se realiza un diagnóstico energético. Para el diagnóstico oriental, el cuerpo es la manifestación del alma. Cuerpo y alma son uno. El cuerpo es a la vez síntoma y símbolo del espíritu.

El diagnóstico oriental es considerado más un arte que una ciencia. El arte radica en observar sin buscar, ver lo profundo bajo la superficie. Evitando quedar enredado en pequeños detalles que impidan la visión de la totalidad del ser humano, de sus fuerzas y debilidades, de sus aspectos Ying y Yang.

El terapeuta aprende a desarrollar lo que se llama "mentalidad de principiante", una actitud de observación y receptividad. Esta actitud evita las posiciones excesivamente intelectualizadas y sentenciosas que se dan cuando está en juego el pensamiento lógico.

Se emplean cuatro tipos de diagnóstico: Bo-shin (visual); Mon-shin ( por preguntas); Bun-shin (por escucha y olfato); Setsu-shin (por el contacto).

La forma en que en shiatsu se determina lo obvio o visible y lo oculto e invisible es buscando las manifestaciones Jitsu o Kyo de la energía. Lo obvio es la característica Jitsu de una zona o de un tsubo (punto), es el factor Yang, es lo que podemos denominar síntoma.

Lo oculto es la característica Kyo, es el factor Ying, es lo que subyace, es lo que dio lugar al problema, es la causa.

La condición Jitsu en un meridiano se manifestará como una acumulación, como un excedente, como dureza, como prominencia, como resistencia en el cuerpo. En tanto la condición Kyo, la que hace que Jitsu se manifieste como problema, se manifestará como vacío, como depresión o como escasa resistencia.

En este juego entre Kyo y Jitsu está implícito el principio del Ying Yang. La desaparición del síntoma indicará que el Ying y el Yang, Kyo y Jitsu, vacío y lleno, se han equilibrado mutuamente.

Raquel Elorza

Terapeuta shiatsu

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