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domingo,
08 de
octubre de
2006 |
La ley antitabaco impactó "fuerte" en las ventas de los bares porteños
Buenos Aires.- El titular de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC) de la ciudad de Buenos Aires, Luis María Peña, ratificó hoy que se registró una “fuerte” caída de la cantidad de público que asiste a este tipo de establecimientos por la aplicación de la ley antitabaco porteña.
Según señaló, las ventas en los comercios cayeron entre “un 20 y un 30 por ciento”.
Peña señaló que “imaginar que los espacios de los fumadores que no se ocupan, los reemplazan los no fumadores que antes no iban, eso es una fantasía”.
La norma en vigor que rige en esta Capital desde el domingo pasado prohíbe fumar en los espacios cerrados con acceso público y de un sector del ámbito privado.
La AHRCC planteó ante las autoridades de la ciudad que se conceda a los titulares de los establecimientos más pequeños la posibilidad de optar por la prohibición o la permisión.
Solicitó, a su vez, que la reglamentación a implementar delimite el alcance del control a cargo del empresario y restrinja la discrecionalidad en materia de obras necesarias para quienes deban establecer espacios para fumadores.
En ese marco, el titular de la AHRCC explicó que la entidad está “midiendo, en este momento, dos cosas: la cantidad de público y el consumo”.
“Lo que comienza a verse es la fuerte caída de la cantidad de público asistente, esto revela que el fumador que a la mañana iba y se sentaba en un bar, no va más. Eso ha caído”, afirmó.
En otro orden, Peña sostuvo que los comerciantes aprovecharon las buenas condiciones climáticas para colocar mesas y sillas en las veredas, y así atraer a los fumadores condicionados por la ley antitabaco.
“Justo se dio el inicio de la prohibición de fumar con un clima fantástico donde los propietarios de los establecimientos han vuelto a colocar las sillas y mesas” para sostener el nivel de las ventas, que según aseguraron cayeron entre un “20 y 30 por ciento”, sostuvo el especialista.
No obstante, aclaró que se requieren habilitaciones y permisos que anualmente solicita cada uno de los establecimientos.
“Varía la cantidad de mesas y sillas de acuerdo a la reglamentación" que determina que deben "dejar paso de un metro con ochenta para que circulen los transeúntes”, dijo, y agregó que el propietario “además de pagar el impuesto a los ingresos brutos, paga por cada mesa y por cada silla” que coloca en la vereda.
En el primer día laboral en que rige la normativa, los inspectores realizaron al menos doce multas por falta de señalización y libros de quejas, luego de recorrer desde la mañana unos 40 locales en el micro y macrocentro porteño.
“Han querido que la prohibición sea total y absoluta”, dijo Peña, por lo que descartó la posibilidad de habilitar bares y restaurantes sólo para fumadores.
En ese sentido, señaló que “no lo pueden habilitar, está prohibido por ley, si bien podría haberse estipulado, ahora es imposible porque han querido que la prohibición sea total y absoluta”. (DyN)
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