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 domingo, 08 de octubre de 2006  
Parejas gay en EEUU luchan por adoptar

Cuando Richard Smith y Rob Tan decidieron adoptar un niño optaron por Guatemala antes que por luchar contra un sistema estadounidense que, según los defensores de los derechos de los gay, es discriminatorio contra las parejas del mismo sexo. E incluso entonces, Smith y Tan tuvieron que esconder sus preferencias sexuales para adoptar a un niño. La adopción es un proceso arduo para los futuros padres, pero las parejas de un mismo sexo dicen que para ellos es incluso más difícil. Algunos son forzados a mentir sobre quienes son. A otros sólo se les permite adoptar niños más grandes o con problemas que son difíciles de reconocer.

Smith, un ex cura católico que dejó la orden jesuita para llevar adelante una vida como un hombre gay abiertamente, buscó aprobación para adoptar como padre soltero y así evitar ser descalificado por su orientación sexual. Tan sólo se convirtió en el segundo padre del niño ante los ojos de la ley después de que llevaran al niño a San Francisco y lo registraran bajo la ley de California.

El número de parejas gay que cría niños está creciendo. Los datos de un censo de EEUU muestran que hubo más de 161.000 familias con hijos encabezadas por parejas gay en 2000, el primer año en que esas estadísticas fueron elaboradas. Dichas cifras no llegan a incluir a padres solteros gay como David Christian Hamblin de Rochester, Nueva York, a quien le tomó cuatro años persuadir a los escépticos asistentes sociales para que le permitieran adoptar.

Leigh Powers y Laura Patey intercambiaron votos en 1995, declarándose su amor en una ceremonia de "Amor Sagrado" ante una congregación eclesiástica. Ellas se casaron legalmente en 2004, cuando Massachusetts se convirtió en el primer y único Estado en aprobar los casamientos entre el mismo sexo. Para entonces ya eran madres experimentadas, pues habían adoptado a dos hijos, Jessie y Alex, cuando ambos tenían 11 años y habían pasado años en hogares sustitutos. Massachusetts es parte de un puñado de Estados estadounidenses que permiten que los padres gay adopten conjuntamente.


Los críticos
Quienes viven esa vida dicen que las familias gay no son realmente muy distintas a aquellas con padres heterosexuales. Pero algunos conservadores lo cuestionan. "Las uniones del mismo sexo privan a los niños de la vital relación con una madre o con un padre. Que nuestras políticas públicas toleren esa posición como la norma es desmesurado", dice Evelyn Reilly del Instituto de la Familia de Massachusetts.

Un artículo de la publicación de la Academia Americana de Pediatría del mes de julio descarta tales afirmaciones, citando estudios médicos y académicos realizados desde los años 70 que muestran que los niños criados por padres homosexuales crecen tan bien como aquellos criados por heterosexuales.

Ellen Perrin, una profesora de medicina de la Universidad Tufts, dice que las familias gay seguirán ingresando a la corriente principal de la sociedad estadounidense. "No se trata de si estas familias seguirán existiendo o no", dice Perrin. "Se trata realmente de si estas familias cuentan con todas las protecciones que se les conceden a las otras familias". (Reuters)
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