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domingo,
08 de
octubre de
2006 |
Opinion
Energía: ¿se viene la lógica del mercado?
Daniel Busto
¿Se impondrá la ley del mercado en las tarifas eléctricas? Es la pregunta del millón. El mercado bursátil español se desbocó y está batiendo antiguos récords históricos debido a la valoración de las compañías constructoras y generadoras de electricidad.
Antes de que el Ejecutivo de la Unión Europea (UE) declarara de forma definitiva que las medidas impuestas por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) violan la legislación comunitaria y conminara al gobierno español a retirar los 19 requisitos fijados por la CNE para autorizar la fusión E.ON-Endesa, por no respetar los principios de libre circulación de capitales y el derecho de establecimiento en la Unión Europea, la lógica del mercado llevó la cotización de la segunda empresa de los 21 euros -cuando empezó la disputa- a los 34 euros actuales, dinero que hubieran perdido los accionistas.
Es muy difícil regular un sistema cuando los movimientos corporativos están redefiniendo actores, como ocurre hoy día en la Unión Europea, es como poner los caballos delante del carro.
El tema se bifurca cuando el interés único de la UE choca con intereses de otro orden como el de los empresarios.
Para regular mercados se debe tener presente adónde se quiere llegar y legislar en consecuencia.
El proteccionismo, los campeones nacionales y los cambios a mitad de camino son los que alteran los mercados y elevan los riesgos, más aún cuando se trata de la energía.
La optimización
Para lograr la excelencia eléctrica se necesitan ingentes inversiones y una excelsa interconexión. En síntesis, es competencia, divisas que entran o no salen.
Por otra parte, la energía es tan básica en la calidad de vida de los pueblos que hace que todas sus variantes sean necesarias; y debe ponerse el punto en lograr un equilibrio entre garantía de potencia, suministro y precio que pagan los consumidores.
Sobre todo porque la idea de garantía de potencia no es algo que los ciudadanos tengan en mente o entiendan fácilmente cuando sobreviene un apagón.
La garantía de potencia significa disponer de un parque que cubra todas las exigencias de la demanda eléctrica y la curva de demanda eléctrica diaria es un desafío.
Se debe contar con resguardo que no es capacidad ociosa sino que esté en espera. No se puede contar, a veces, con ciertas energías como la hidráulica u otras que varían según las épocas del año y que sólo pueden garantizarse por combustibles fósil y nuclear.
La cogeneración es eficiencia energética al sustituir otras potencias y es a su vez, garantía de potencia. Y allí entran a tallar los precios.
Ese es el reto que hay hacia delante en el tema de potencia, energía y garantía de suministros, sin olvidar que hay que respetar el protocolo de Kioto.
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