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 domingo, 08 de octubre de 2006  
Mercados
El mundo nos sonríe, pero la Bolsa no

Salvador Di Stéfano

La Bolsa estadounidense no para de subir y se aproxima al nivel récord de 12.000 puntos para el índice Dow Jones y la tasa de retorno de los bonos de tesorería se ubica en torno del 4,6%, el nivel más bajo de los últimos años. Las propiedades inmobiliarias en EEUU comenzaron lentamente a ajustar su precio haciendo desinflar -y no explotar- la burbuja que se produjo en ese mercado. Los precios de los productos primarios siguen descendiendo y el petróleo se ubica por debajo de los 60 dólares, alejando expectativas inflacionarias.

Todo esto no hace más que aseverar que los especuladores salen de los productos primarios y el mercado inmobiliario, para volcarse a la compra de bonos y acciones.

En la Argentina el mercado se activó notoriamente. Los bonos mostraron un fuerte ingreso de volumen y las subas fueron más que interesantes, con rendimientos que se hacen cada vez más pequeños. Por ejemplo, el conocido Bonar V, que mostraba un rendimiento del 9,5% anual, hoy apenas llega al 8%. Similar al que tienen la mayoría de las series de bonos en dólares.

Los bonos en pesos que estaban en el olvido reactivaron su comportamiento a partir de un cambio del Banco Central, que le devolvió liquidez al mercado y atractivo a los bonos en pesos ajustados por CER.

Los bonos en pesos con vencimiento en el 2014 muestran un rendimiento equivalente a inflación más 5,0% adicional. El Bogar con vencimiento en el 2018 rinde la inflación más el 5,78%. Mientras que el bono con descuento del canje de la deuda rinde inflación más un plus de 6,53% anual. Estos rendimientos lucen muy atractivos, si solo sí no renace la posibilidad de normas que aplique el BCRA que restrinjan la liquidez de mercado.

Desde esta columna nos sentimos más cómodos con los bonos en dólares, que los nominados en pesos, ya que en algún momento antes de fin de año el gobierno puede verse obligado a modificar a la suba el tipo de cambio y esto podría deprimir el valor de los bonos en pesos.

En cuanto a la Bolsa, el índice Merval navega en el olvido. Con un mayor volumen de negocios pero alta apatía en lo que hace a modificación de precios, vemos que no varía demasiado y sigue cotizando en torno de los 1.650 puntos. Mientras el exterior está de fiesta, nosotros parecemos la familia Miranda, que observa como otros ganan dinero mientras que en nuestro país las cotizaciones no varían al ritmo del humor internacional.

Algunas explicaciones vienen de la mano del mix de empresas que cotizan en el mercado local. Por ejemplo, Tenaris tiene un gran peso en la composición del Merval, y a pesar del buen contexto internacional, las acciones ligadas al negocio petrolero no pasan un buen momento, al igual que las siderúrgicas. En Argentina tendríamos que mirar más atentamente a los bancos que en un contexto de baja de tasas internacionales se verían fortalecidos, al igual que las empresas ligadas a la energía, ya que en algún momento vendrá la desregulación y las empresas de servicios que atraviesan una buena coyuntura.

Conclusión: a nivel internacional las bolsas del mundo seguirán a la suba, mientras se consolide un escenario de menor inflación y desaceleración de la actividad económica en EEUU con fuerte baja en los tipos de interés. En el país, los bonos mostraron una fuerte suba, las tasas de retorno son cada vez menos atractivas y la Bolsa esta a la espera de un mayor ingreso de dinero para ir en busca de un nuevo máximo.
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