Las Olimpíadas de Adultos Mayores se hicieron en el parque Independencia

La tarde en que los abuelos fueron pibes

Generala, croquet y cazamariposas fueron algunas de las diversas opciones recreativas

Buen humor, alegría, entusiasmo, dinamismo, vitalidad. Eso fue lo que pusieron ayer los participantes de las Olimpíadas de Adultos Mayores en el parque Independencia. Una jornada en la que 1.600 personas, de 70 años promedio, se divirtieron y rieron a carcajadas jugando a la generala con dados gigantes, al cazamariposas y al croquet. Allí dieron el presente no sólo polideportivos y centros de jubilados de la ciudad, sino también de localidades cercanas que viajaron para participar de un día de fiesta y alegría.

"La intención de la actividad es promover la integración entre adultos mayores de diversas organizaciones, la inclusión social y en especial hacer hincapié en el rol activo de este sector de la población", dijo el titular de Promoción Social, Pedro Pavicich, y añadió que "cada vez son más los grupos que se suman a la propuesta". Asistieron 60 asociaciones, en su mayoría de la ciudad y en menor cantidad de Victoria, Ceres y Villa Constitución.

La actividad comenzó pasadas las 15, con un desfile de los participantes. Cada grupo había elegido un disfraz diferente. Estaban los que se colocaron orejas de conejo y se dibujaron en la cara bigotes, y los que lucían en sus frentes vinchas con flores, entre otros atuendos que no pasaban desapercibidos.

Luego se largaron los juegos, que fueron interrumpidos sólo para compartir un mate con facturas o torta. Un descanso y luego otra jugada. Generala con dados gigantes, una calesita donde había que introducir figuras, muñecos en los que se embocaban pelotas, croquet y cazamariposas fueron algunas de las opciones recreativas.

Iris Alonso, de 70 años y del grupo de tercera edad "Volver a vivir", eligió la generala porque le pareció entretenida. Mientras que Lilian Buchín prefirió la calesita. "Estoy contenta, feliz porque me encontré con muchas amigas", destacó. Ella no quiso confesar cuántos años tiene. Sólo comentó: "Tengo más de 70, pero no te digo la edad, como dice Mirtha Legrand".

Entre quienes jugaban al croquet se hallaba Irma Rocco -tiene 81 años pero aparenta bastante menos por su vitalidad-. "Formo parte del grupo Renacer, vengo de Centeno. Viajé cien kilómetros porque no quería perderme las olimpíadas", contó la mujer, que lucía una bincha de flores.

Y Amparo Martínez, de 75 años, comentó que participa todos los años de la propuesta y no para de reírse. Eligió el cazamariposas, al igual que sus compañeras del grupo "Las Flores este".

La mayoría de las asistentes eran mujeres. Fueron pocos los hombres que se animaron a jugar. Un caso fue Juan Góngora, de 75 años y del "Jardín de los abuelos" del barrio 7 de Septiembre. "No sé qué pasa que los varones no participan. Ellos se lo pierden", dijo el hombre, rodeado de chicas.

Los participantes jugaron hasta las 17.30 y volvieron a sus casas renovados y con buen ánimo. Durante la actividad cargaron energías, pasaron un buen rato, hicieron amigos y principalmente demostraron que la vitalidad y buena onda no es cuestión de edad.

El juego les permitió a los participantes hacer nuevas amistades.