Superávit de inseguridad

Frente al superávit de inseguridad alcanzado, por incompetencia de los responsables de proteger la vida y los bienes de las personas, se han alzado expresiones condenatorias generalizadas, sin respuestas positivas de quienes deben darlas. Ello me incita a expresar mi censura hacia ellos con ironía, sugiriendo estas autoprotecciones personales. Vestir siempre ropas avejentadas y holgadas, con varios bolsillos interiores para camuflar las compras; en forma visible llevar siempre una capucha oscura y un palo; poseer coches usados, abollados, despintados y sucios; reemplazar los coches de los hijos por caballos; mantener los frentes de las casas semidestruidos; no utilizar restoranes, optar por los comedores de Castells o similares; los jubilados, para disimular esa condición, habrán de someterse a un tratamiento de botox para evitar que los asalten y maten. Seguramente hay más alternativas y sugiero hacerlas públicas para aportarles ideas a los funcionarios. Esperemos no tener la sorpresa de que las proponen.

Emilio Zuccalá

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