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miércoles,
23 de
agosto de
2006 |
Apareció un testimonio que "favorece" a Germán Ré y Gastón Aguirre
Una mano canalla para jugadores leprosos
Un joven admite haber provocado a los futbolistas en un bar de Dorrego al 1300. Pero luego dice "no saber" si
fueron ellos los que lo trompeaban cuando otro pibe, que terminó con el tabique roto, intervino para defenderlo
El testimonio de un joven involucrado en la batahola desatada la madrugada del lunes a la salida de un boliche de Dorrego al 1300, episodio en el cual dos jugadores del plantel profesional de Newell's Old Boys están acusados de golpear y fracturarle la nariz a otro muchacho, parece favorecer la posición de inocencia que proclaman los futbolistas. Quien sumó su declaración en torno al confuso hecho no es otro que el pibe que, según la policía, era agredido en primer término por los deportistas. El chico es, según la versión, un hincha de Rosario Central que acudió ayer a la comisaría y se autoincriminó. Dijo que fue él quien "provocó" a los integrantes del plantel leproso en el interior del boliche. Pero nada pudo decir de quiénes fueron los que lo golpearon apenas minutos después de ese incidente, a la salida del local.
En tanto, los dos defensores rojinegros también comparecieron a la seccional, dijeron haber sido insultados pero negaron haber participado de pelea alguna.
El episodio ocurrió a las 3 de anteayer en Dorrego al 1300. Allí funciona el bar Támesis, donde un grupo de jugadores leprosos se habían reunido a tomar algo tras el partido ante Lanús. En esas circunstancias, sufrieron una agresión que se dirimió segundos más tarde en la puerta del boliche. Hasta la calle, detrás del agresor, habrían salido los futbolistas quienes empezaron a golpearlo. Un joven de 24 años, Iván M., intercedió entonces en la gresca para defender al pibe que estaba siendo atacado por al menos seis personas, según denunció.
Pero entonces la descarga de puños y patadas cayó sobre el cuerpo de Iván M., quien en la comisaría 2ª denunció que entre quienes lo golpearon estaban los defensores de Newell's Germán Ré y Gastón Aguirre. El primero, dijo, le pegó una patada en el pecho, y el segundo un baldosazo en la cara que le fracturó el tabique nasal. Las lesiones fueron comprobadas por un médico forense.
Pero ayer, el muchacho al que Iván defendió en la pelea acudió a la seccional 2ª. Allí dijo que es hincha de Rosario Central y admitió haber provocado a los jugadores rojinegros presentes en el bar con insultos y burlas por haber perdido ante Lanús. "Cuando el chico salió del boliche se encontró en medio de una revuelta donde lo golpearon, pero no pudo reconocer a los agresores", transmitió uno de los jefes de la 2ª. En suma, el pibe dijo que hostigó a los jugadores pero que no está en condiciones de identificar si fueron ellos quienes lo golpearon a la salida del local.
El muchacho brindó una declaración informativa, sin juramento de decir verdad. "Esa declaración, en caso de hacerse en sede judicial, puede convertirse en una indagatoria o en una testimonial", amplió el portavoz.
En su escueta exposición, el simpatizante auriazul decidió "no denunciar" las lesiones que presenta en la cabeza producto de la golpiza. Incluso, según las fuentes, el hincha canalla dijo conocer a Iván M. -el muchacho que acusó a los jugadores-, algo que el denunciante desmintió.
"Se puso feo"
En tanto, sobre el mediodía de ayer comparecieron en la seccional 2ª los defensores Aguirre y Ré, quienes admitieron haber estado en el bar pero negaron la participación en la pelea. Contra la práctica usual, no fueron fichados ni les tomaron interrogatorio sumario, la clase de declaración que brindan los sospechosos de un delito. Según las fuentes, hicieron su descargo a través de una declaración informativa porque "así lo pidió el juzgado hasta que estuvieran constatadas las lesiones" de Iván.
Los jugadores dijeron que simpatizantes de Rosario Central los provocaron dentro del bar, que les tiraron un vaso y que "como la cosa se estaba poniendo fea" decidieron retirarse porque estaban con sus esposas y novias. De acuerdo con las fuentes, precisaron que cuando se alejaban en auto presenciaron una pelea en la esquina. Un día antes, no obstante, un íntimo allegado a los futbolistas había dicho a este diario que los deportistas tenían "las manos lastimadas".
En declaraciones a LT8, en tanto, el defensor Gastón Aguirre se negó a referirse a los incidentes que lo involucran: "Por ahora no se puede decir nada. De estas cosas no entiendo mucho". Aunque aclaró: "No éramos dos jugadores, si averiguan bien (van a ver que) no éramos dos jugadores". En efecto, un vocero del bar había dicho a este diario que fueron seis los integrantes del equipo rojinegro que pasaron por el pub esa noche.
"Estas son estrategias de los futbolistas para ensuciar mi nombre y limpiar el de ellos, para favorecer su situación ante la Justicia. Yo todo lo que tenía que decir lo dije y lo voy a repetir delante del juez cuando me lo pida. Este tipo de operaciones para embarrar la cancha dan mucha bronca, pero tengo fe en la Justicia", expresó por su parte Iván ante el relato del joven al que intentó separar.
"Creo que su aparición demuestra que yo no mentí cuando dije que separé a otro chico de una pelea. Pero no es cierto que yo lo conozca, ni que yo sea hincha de Central, ni que le haya dicho al Comando Radioeléctrico que ese pibe y yo éramos amigos", concluyó.
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Fotos
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Ré y Aguirre en la práctica leprosa de ayer. "Que hablen los abogados", dijeron.
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