Newell's venía dulce pero Lanús lo amargó

Gustavo Conti / La Capital

Ni era una maravilla después de River, ni un fiasco ahora que pronto llegó la mala. Cierto es que Newell's se fue a los extremos en poco tiempo y por eso, si una sensación dejó la dolorosa derrota con Lanús, es la incertidumbre sobre dónde hallará el equipo de Pumpido su equilibrio. Encandiló en sus dos primeras presentaciones pero ayer se le quemaron los focos de tal modo, que ni una idea lo iluminó para evitar una derrota que hasta resultó exigua.

Newell's no supo encontrarle la vuelta a un desafío muy distinto a los de Vélez y River, dos equipos que salen a buscar los partidos y que no usan el contragolpe de recurso ofensivo primordial, como ayer Lanús. Este rival fue diferente porque lo esperó, pero por esa vía se mostró igual de ambicioso que aquellos y lo hizo mucho más notorio después del 1 a 0.

Pero además, se sabía que Lanús sería el primer oponente en prestarle debida atención al tándem Salcedo-Cardozo y tampoco Newell's pudo desentrañar la madeja que Mauricio Romero y Ribonetto hilvanó sobre ellos. Ni los delanteros paraguayos se movieron demasiado como les pidió Pumpido (Tacuara un poco más que su compañero), ni el conjunto hizo lo necesario para fabricarles espacios y brindarles situaciones. Apenas las primeras proyecciones de Peralta sirvieron a tal fin, pero la única alternativa que le siguió fue el pelotazo sabido de Torrén, que de tan reiterado ya había perdido sorpresa y hasta precisión.

Torrén se endulzó cuando cruzó bien una larga pelota para Cardozo y cuando luego dejó solo a Peralta a los 27', aunque el volante la tiró afuera en la más clara rojinegra de su estéril dominio inicial. Pero antes de eso, Lanús ya había mostrado que no venía a buscar el empate, cuando Leto apareció sin marca detrás de los cinco volantes rojinegros, eludió sin dificultad al Aguirre leproso y cuando enfrentó a Villar le tiró una masita.

Demasiado espacio tuvo Leto y el necesario el petiso Marcos Aguirre para saltar detrás de Lucero y mandar de cabeza a la red un gran centro de Graf desde la izquierda. Iban 37' y después no sólo Newell's se obnubiló aún más, sino que se desordenó tanto que Lanús le creó cinco situaciones claras para aumentar, tres de ellas tiradas afuera cuando el único obstáculo era Villar, una más en el palo de Biglieri y un cabezazo de Romero que Araujo sacó en la línea.

Newell's se privó de usar los dos laterales al comienzo, porque Araujo nunca fue asistido pese a que se soltó bien en varias ocasiones. Y en desventaja ya le habían tomado el tiempo a Peralta y los volantes dejaron bien en claro que están más para la contención, aunque ni ese papel cumplirían entonces. Para colmo, Rodas al entrar siguió sin ser solución, Steinert se lesionó rápido y no fabricó espacios, ni por los costados, ni por el medio. Ni siquiera con el recurso del centro desde cualquier lado, que una sola vez casi capitaliza Salcedo cuando se la había bajado Cardozo.

Decir que le tomaron el tiempo suena tan exagerado como los que se animaban a tildarlo de candidato. Sí se puede decir que Newell's se encontró con el primer tropiezo que lo obliga a poner los pies sobre la tierra. Del aprendizaje que le deje dependerá que de este mal paso no se haga barro.

Ré se anticipa a Fabbiani.