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domingo,
02 de
julio de
2006 |
México define entre la continuidad
o probar con un giro a la izquierda
El opositor López Obrador y el oficialista Calderón disputan hoy la Presidencia con propuestas muy diferentes
Ciudad de México. - La cerrada competencia entre los candidatos se convirtió en una motivación para los mexicanos que hoy elegirán al gobernante del próximo sexenio entre un hombre de centroizquierda de tonos populistas y un oficialista que continuará con las políticas pro mercado del presidente saliente Vicente Fox. Aunque las últimas tres encuestas conocidas dieron leve ventaja al opositor Antonio Manuel López Obrador sobre el oficialista Pedro Calderón, la competencia promete ser muy cerrada y con un amplio margen de imprevisibilidad en un país en el que el voto no es obligatorio.
"Va a estar duro, hay mucha competencia por eso es que hay que ir a votar", comentó Anacleto Contreras, un barrendero de 56 años. "Siempre prometen y no cumplen. Uno quisiera que acaben la corrupción, que ayuden a toda esa gente que está en la calle, pero es difícil", agregó, ilustrando el escepticismo popular con las promesas de campaña.
Más de 71 millones de mexicanos -sobre 103,3 millones de habitantes- definen hoy quién sustituirá al presidente Fox entre cinco protagonistas de una campaña inédita en el país por los esfuerzos que dedicaron a desprestigiarse entre sí y la cerrada competencia entre los que encabezan la intención de voto en las encuestas, Calderón y el centroizquierdista López Obrador. Además, se renovarán los 500 diputados federales y 128 senadores del Congreso bicameral.
Las primeras informaciones no oficiales de la elección se conocerán a las 20 (22 de Argentina), cuando empresas privadas divulguen encuestas a boca de urna. No obstante, no será sino hasta las 23 (1 del lunes en Argentina) cuando el Instituto Federal Electoral (IFE) divulgue las primeras tendencias oficiales. En México se gana por mayoría simple y no existe la segunda vuelta: el candidato que saca más votos triunfa. Tampoco existe posibilidad de reelección, y el presidente tiene un mandato de seis años.
El país llega a los comicios en medio de mensajes de tranquilidad del gobierno a los mercados y algunas manifestaciones del crimen organizado en localidades que desde hace meses han padecido una ola de violencia, pero que a decir de las autoridades no empañarán la jornada electoral.
Pese a la desconfianza que le despiertan los políticos, el taxista Manuel Jiménez, de 60 años, dijo que es importante participar en los comicios porque "si no votas, te botan (despiden)" del trabajo. "Ha sido una campaña muy dura, se han peleado y tienen a la gente cansada de sus líos", agregó. Para Jiménez, ninguno de los candidatos ha hecho propuestas concretas sobre cómo resolver los problemas de la población. "De los tres (principales aspirantes) no sale uno bueno", señaló.
Pero aún así las expectativas son grandes. Cuando eligieron a Fox en el 2000, los mexicanos terminaron con 71 años de hegemonía del Partido Revolucionario Institucional (PRI) pero esa campaña estuvo más enfocada a convencer sobre la necesidad de renovar el gobierno.
En esta ocasión hubo polarización en el debate, hubo roces y los candidatos recurrieron con frecuencia a mensajes negativos y de desprestigio para afianzarse en la opinión de los electores. "Esperemos que todo transcurra en paz y que el que gane haga lo mejor por México", expresó Marta Díaz, que es moza en un restaurante.
López Obrador se presenta con la bandera de los pobres, con programas que sus críticos dicen no se sabe cómo se financiarán. Calderón, en cambio, puso entre sus prioridades seguir promoviendo la inversión privada como el camino maestro para solucionar a largo plazo la pobreza que aqueja a más de 40 millones de mexicanos. Pero la campaña lejos estuvo de ser un puro debate de ideas. Los golpes bajos abundaron desde ambos comandos de campaña. Algo que en México llama la atención. El presidente del Instituto Federal Electoral, Luis Carlos Ugalde, reconoció en una reunión con medios internacionales que la campaña negativa fue "una experiencia inédita", a diferencia de lo que ocurre en otros países como Estados Unidos, donde se da desde hace décadas. "La verdad es que nuestras campañas son light" respecto a los "estándares estadounidenses", señaló.
En medio de una contienda que para la semana previa daba un virtual empate en la intención de voto, Ugalde ha llamado a los postulantes a "evitar cualquier proclamación de triunfo" antes de que la autoridad electoral de a conocer los primeros datos oficiales.
Más de 130.500 mesas receptoras de votos serán instaladas a lo largo y ancho de México, mientras que 340.000 policías se mantendrán alertas ante cualquier eventualidad.
En los días previos a la elección se encontraron tres cabezas humanas en Acapulco, el decadente paraíso turístico del Pacífico hoy dominado por las mafias de la droga, en una de las últimas manifestaciones de la violencia crónica de la vida mexicana. El gobierno insiste en que estos hechos no contaminan al proceso electoral y que no se trata de un fenómeno generalizado en el país.
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Fotos
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Una gigantografía del candidato de centroizquierda López Obrador.
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