"El gran destructor de las Fuerzas Armadas se llama Carlos Menem"

Breide Obeid, sublevado y preso ocho años, dice que nadie acierta en la política de defensa y el trato a militares

Daniel Leñini / La Capital

Los arrebatos que protagonizó junto a antiguos camaradas forman parte innegable de la historia argentina. Resulta curioso que detrás de la afabilidad propia de un profesor universitario -y en realidad lo es ya que dirige una cátedra en La Plata- se esconda un carapintada hecho y derecho. Gustavo Breide Obeid confirma que es el único militar que participó de los cuatro alzamientos que se sucedieron desde la Semana Santa de Monte Caseros (1987) hasta la absurda y sangrienta toma del Edificio Libertador en 1990 (cuando el ex presidente Carlos Menem ordenó "pasarlos a degüello" y hubo 15 muertos).

Preso casi ocho años, se considera un orgulloso y dilecto compañero de armas de Mohamed Alí Seineldín (otro detenido, indultado en 2003) y aborrece en cambio al ex oficial Aldo Rico, con el que compartió trinchera en la primera asonada, durante el gobierno de Raúl Alfonsín.

Hoy, Breide Obeid, lidera una agrupación política, el Partido Popular de la Reconstrucción, con el que seguirá probando suerte. La reedición de los desentendidos entre el poder político e integrantes del círculo militar justifica la entrevista a este egresado subteniente de infantería, promoción 1973.

-El gobierno acaba de reglamentar la ley de defensa sancionada casi 20 años atrás. ¿Se pueden fijar política militar de esa manera?

-Alfonsín, Menem, Duhalde, De la Rúa, Kirchner, el que sea, cargan con la incapacidad de fijar objetivos nacionales por encima de un partido. Argentina carece de política de defensa. Chile acaba de disponer un reequipamiento militar por 3.500 millones de dólares (compra aviones, submarinos, tanques) y su poder de combate es tres a uno sobre nosotros. Brasil presupuesta 8.500 millones cada año. Mientras nuestros gobernantes cavilan, las flotas pesqueras extranjeras operan sobre el mar argentino, depredan la merluza, hacen lo que quieren. La ministra de Defensa hizo suya ahora una teoría llamada "defensiva-defensiva" que podría llegar a ser una catástrofe: dice que las fuerzas armadas deben repeler un ataque una vez que el otro ingresó al territorio. Que deben olvidarse de la disuasión.

-¿Por qué impulsó Nilda Garré el cierre de los liceos?

-Se equivocó; creyó que estaba cerrando los institutos militares de formación. Los liceos son institutos secundarios con muy relativa formación militar cuyo 95 por ciento de egresados son civiles. Alfonsín fue liceísta, Anzorregui (ex jefe de la Side) también, Gil Lavedra (ex ministro de Justicia), Marcos Milinkovic (jugador de vóley), Charly García...

-También los ex jefes montoneros Vaca Narvaja y Perdía: Liceo militar de Córdoba.

-Por eso. Garré fue desautorizada y tiró para atrás el plan. Tema delicado el de los militares. El gobierno les tiene fobia y la reacción que está generando no es la de coroneles y generales que pudieron haber vivido los años 70. Son tenientes y capitanes que no habían nacido algunos y que están hartos del ataque. Hace 30 años que se sigue con el tema.

-¿Seguirán los actos de homenaje? ¿Qué piensa de Cecilia Pando?

-No la conozco personalmente. Está muy golpeada, imagínese, hace una declaración y le echan al marido, mayor del ejército, con siete hijos. Pero, para mí, es el hombre el que debe poner la cara. Las manifestaciones son considerables, algunas con más de 8.000 personas, aunque presumo que el acto más importante será el 5 de octubre cuando se recuerde el ataque de Montoneros al regimiento de infantería de Formosa. Año 1975; asesinaron a 12 soldados indefensos que estaban en las duchas. No les va a gustar a quienes quieren hacer creer que Montoneros es la resistencia peronista del 55 sostenida hasta el 76. Nada más errado. La resistencia se enfrentó con ellos en Ezeiza; y ellos pasaron a la clandestinidad en el gobierno constitucional de Perón.

-De los tres presidentes, Alfonsín, Menem y Kirchner, ¿cuál se equivocó más en política militar?

-El que más daño hizo, el verdadero destructor de las fuerzas armadas, fue Carlos Saúl Menem. Mientras Alfonsín amenazaba y decía y mientras Kirchner amenaza y dice, Menem lo hizo. Menem eliminó el servicio militar, inventó la misión internacional de cascos azules, las involucró en conflictos internacionales (Irak, Chipre y otros países), destruyó fabricaciones militares y producción para la defensa, cerró la fábrica de tanques, liquidó el área material Córdoba donde se construían los aviones Pulqui y Pucará, entregó el misil Cóndor (lo desmanteló y cedió los planos) mientras que Chile mantuvo el suyo, el misil Rayo. Menem detuvo el desarrollo nuclear de Castro Madero, cerró el astillero Domeq García donde se fabricaban los submarinos...

-Pero parecía no haber tensión.

-Menem les tomó el tiempo a los militares: los dejaba desfilar al lado, les concedía el indulto a los comandantes y mientras tanto destruía todo. Estos hacen al revés: de destrucción concreta, nada, pero miran 30 años para atrás en la historia. Se preocupan para que la gente crea que los guerrilleros eran buenísimos y los militares unos bestias. ¿Cómo un presidente como Kirchner les va a gritar a 5.000 efectivos formados en su honor: "No les tengo miedo"? Eso es una provocación. Miedo se le tiene al enemigo; a la propia tropa se la manda y nada más. Subió al jeep y, rápidamente, se fue.

Cuando se alzó Rico era capitán.