El socialismo definirá cómo posicionarse frente a Lavagna

"Somos la niña bonita de la política nacional, no me sorprende nada", dijo el presidente del PS porteño

La convocatoria que el ex presidente Raúl Alfonsín realizó a los socialistas para sumarlos al proyecto presidencial del ex ministro de Economía Roberto Lavagna, "no sorprendió al partido" aunque la conducción nacional evaluará la decisión a tomar en los próximos meses, adelantó ayer el titular del partido en la ciudad de Buenos Aires, Roy Cortina.

"Desde que somos la niña bonita no me sorprende nada", señaló Cortina ante la invitación de Alfonsín a sumarse a la candidatura de Lavagna, pero advirtió que "hay que ser cuidadoso" y depositó la responsabilidad de esa decisión en la conducción nacional partidaria.

"La candidatura a presidente la va a definir el partido en el orden nacional", señaló el dirigente socialista y sostuvo que esa candidatura "debería reproducir una lógica en el sentido de la centroizquierda".

Cortina no descartó alternativas cuando se le mencionó la posibilidad de que acompañen la candidatura de Lavagna, pero evitó definiciones porque el Partido Socialista a nivel nacional "no se pronunciará por esa u otra candidatura antes de finales del 2006".

"Es una irresponsabilidad hablar de las candidaturas durante este año con todo lo que falta hasta octubre", dijo el funcionario y reiteró su idea de "apuntar a un candidato con un perfil de centroizquierda".

Cortina caracterizó al gobierno de Kirchner "no como un gobierno de centroizquierda" sino como "un interesante gobierno de transición" y para que no quede duda de su posición, señaló que "hay que saber diferenciar una elección presidencial de una Gobernación o una Intendencia".


Alternativa seria
"Claramente somos un partido de oposición", remarcó el socialista, y explicó que el socialismo tiene que "tratar" de "formar parte de algún tipo de coalición que ofrezca una alternativa seria, constructiva, sin que promueva una pelea sangrienta con la actual administración del país".

La complicación aparecerá en la alianza que los socialistas intentan sellar con el radicalismo, principal impulsor de la candidatura de Lavagna (ver panorama político).

Lavagna divide las aguas.