La defensa mostró grietas

Si hasta ahora el funcionamiento defensivo argentino había transmitido seguridad y solidez, México se encargó de desnudar algunas grietas y desatenciones entre Ayala y Heinze. La falta de coordinación también les cabe a Sorín y Scaloni, quienes nunca hicieron pie a la hora de obstaculizar las subidas de Salcido, Méndez, Morales y Castro.

  Claro que la responsabilidad de una mala cobertura no debe recaer sólo en el andamiaje defensivo, porque mucho tuvo que ver el rendimiento de los volantes, con Cambiasso y Riquelme a la cabeza. Es que por momentos el equipo quedó muy descompensado en una zona neurálgica de la cancha y sólo Mascherano y Maxi hicieron los relevos y ocuparon posiciones defensivas.

  Ayala también corrigió algunos errores de su compañero de zaga y se erigió en una de las figuras en un duelo titánico con el espigado Borgetti. El Ratón ganó y perdió con el delantero mexicano, pero piloteó bien la situación teniendo en cuenta que le tocó bailar con la más fea.

  En cambio la actuación del Gringo Gabriel Heinze fue una de las peores con la camiseta de la selección. El ex Newell’s se durmió en un saque de arco del Pato Abbondanzieri y no le quedó otra que bajarlo a Fonseca. Si el suizo Busacca le sacaba la roja nadie hubiera dicho nada. También perdió casi todo el partido en el juego aéreo y nunca logró prevalecer en el roce, una de sus virtudes.