| miércoles, 25 de agosto de 2004 | El fútbol está en la final Olímpica Argentina derrotó 3 a 0 a Italia y ahora va por la medalla de oro, la que deberá dirimir ante Paraguay El seleccionado argentino de fútbol se consagró ayer finalista de los Juegos Olímpicos por tercera vez en su historia -las dos anteriores fueron en Amsterdam 1928 y Atlanta 1996- al vencer por 3 a 0 a Italia y ya se aseguró la presea de plata. Claro que el gran anhelo será lograr el oro que se le viene negando al deporte argentino desde hace 52 años. Y la disputa por el primer puesto en podio será ante Paraguay, que ayer derrotó 3 a 1 a Irak.
Salvo los primeros 10' en que los italianos insinuaron cierta primacía, pero más por las dos oportunidades que se le presentaron en las cercanías de Germán Lux que en el juego, todo fue color celeste y blanco.
El panorama se abrió prematuramente para el conjunto argentino a partir del golazo de tijera que señaló el máximo anotador del certamen -siete conquistas-, Carlos Tevez, justo sobre el cuarto de hora inicial.
De allí en adelante Argentina comenzó a repiquetear en ofensiva, aunque exagerando la búsqueda por el sector derecho.
Por ese entonces Tevez se quedaba más de punta y César Delgado estaba muy aislado por izquierda, lo que obligaba al Kily González a realizar un gran recorrido por ese carril para acercar la pelota desde el fondo hasta la zona de ataque.
Claro que esto dejaba también al descubierto un importante hueco en ese lugar de la cancha a la hora de defender, que por suerte para Argentina no supo aprovechar Italia, ya que su conductor, el experimentado Andrea Pirlo, se empecinaba en jugar de la izquierda hacia el medio, perdiendo repetidamente ante la efectiva marcación de Javier Mascherano.
Argentina recién volvió a tener opciones claras en el cuarto de hora final de la etapa inicial, cuando D'Alessandro pasó a jugar por izquierda y propició dos oportunidades nítidas.
Con el arranque del segundo tiempo el conjunto albiceleste volvió a remontarse a lo realizado en la parte inaugural del partido, aunque con un dominio creciente que fue acentuando las diferencias futbolísticas entre uno y otro.
Solamente bastaba esperar que, por decantación, llegara una nueva conquista, esa que liquidara definitivamente el partido y pusiera a los argentinos en otra final olímpica.
Y ese gol llegó a los 23' de los pies del mejor jugador del cotejo, Luis González, quien cerró una réplica a un toque encabezada por D'Alessandro y Tevez con un impactante derechazo que se clavó en el ángulo.
Después llegaron los oles del público argentino presente en el estadio Olímpico ateniense y la hora de resguardar piernas (salieron Delgado y Coloccini) y jugadores para la final (el Kily González, con una tarjeta amarilla, también dejó la cancha).
Pero faltaba la frutilla del postre, y el que la puso fue el recién ingresado Mariano González a los 38', con un justo toque de zurda al arco vacío luego de una precisa asistencia de Tevez.
Y fue triunfo nomás para Bielsa y sus dirigidos. El quinto en cinco presentaciones, el que aseguró el pasaje a la final y a otra medalla.
Ahora Argentina va por el oro que se le negó en dos ocasiones anteriores y ante un rival duro como Paraguay. Pero la chapa de candidato la portará el equipo de Bielsa. Y así deberá demostrarlo. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Tevez, el Kily y Delgado festejan el primer tanto albiceleste. | | |