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 viernes, 05 de octubre de 2007  
Distintas teorías sobre la mortandad de peces

Paraná.— La mortandad de peces en Entre Ríos causa preocupación y dudas. Mientras los ecologistas apuntan a la contaminación, los funcionarios hablan de bruscos cambios climáticos y atípicas temperaturas extremas. En tanto, técnicos y especialistas —más cautelosos— argumentan que no son anormales ni exclusivas en esta provincia, sino que se presentan en épocas invernales en todo el litoral argentino y no responden a una única causa, aunque se inclinan en que se debe a motivos naturales, pero no hay estudios que indiquen la causa.

   El fenómeno, que se registra en los ríos Paraná, Uruguay y Guayquiraró, en el lago Salto Grande y en varios puntos del sistema hidrológico provincial, es advertido por vecinos, productores y ONGs ecologistas.

   Las denuncias apuntan a la contaminación industrial, urbana y cloacal y a la fumigación con agroquímicos. Algunos ambientalistas hablan de “contaminación crónica por efecto acumulativo” y otros como el agrónomo Mario Pazo, jefe de la agencia Nogoyá del Inta, sostienen complejas teorías como la presencia de nitrógeno por las grandes lluvias de mayo pasado.

   Para el secretario de Asuntos Agrarios y Economías Regionales, Ricardo Amavet, el fenómeno se debió a las bajas temperaturas y al poco caudal de los arroyos, y descartó un efecto de agroquímicos, porque “no era época de fumigaciones”.

   El director de Recursos Naturales de Entre Ríos, Conrado González, desestimó los pesticidas y adhirió a la hipótesis de la Secretaría de Pesca de la Nación que apunta a la amplitud climática.

   González indicó que “si se tratara de agentes contaminantes se verían afectados otros animales”, lo cual ocurrió en algunas zonas provinciales, donde junto con los peces murieron pequeños mamíferos, aves y abejas y se registraron abortos vacunos más de lo habitual.



La más acertada. “Los peces son muy activos cuando el agua tiene de 14 a 26 grados. Pero, de 26 para arriba y de 14 para abajo comienzan a tener inconvenientes”, indicó Danilo Demonte, profesor en biología de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader).

   En junio observó peces muertos y agonizantes de diferentes tamaños y especies afectados por hongos y bacterias en lagunas del Paraná, entre Victoria y Rosario y desde Cayastá hasta Piedras Blancas.

   Estimó que la teoría de temperaturas extremas es la más acertada para lo que observó y aclaró que las mortandades en invierno son comunes, pero no arriesgó ninguna hipótesis para lo ocurrido en arroyos interiores de la provincia.

   Demonte indicó que este año las lagunas bajaron y muchos peces no pudieron buscar aguas más profundas y esto, sumado al frío, los expuso a un estrés porque cuanto menos agua hay, más expuestos están a las bacterias que pueden llegar a afectarlos”.



Informe: Diario Uno de Paraná
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