Paro nacional y marchas en todo el país por Fuentealba

A seis meses del brutal asesinato del docente secundario, la medida se cumplió con alto acatamiento

La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) cumplió ayer una huelga nacional, a seis meses del asesinato del profesor neuquino Carlos Fuentealba, que paralizó todos los niveles educativos del país y contó con el fuerte apoyo de otros sindicatos del magisterio.

   El tercer paro nacional de Ctera en la gestión de Néstor Kirchner fue acompañado por una marcha al Congreso, donde la conducción de Ctera, la viuda de Fuentealba, Sandra Rodríguez, y las integrantes de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora Nora Cortiñas y “Tati” Almeyda reclamaron el “juicio y castigo a los responsables materiales e intelectuales del asesinato”.

   Varias columnas de manifestantes partieron de avenida de Mayo y 9 de Julio y se concentraron frente al Parlamento para entregar un petitorio con firmas en reclamo del esclarecimiento del asesinato del maestro, cometido hace seis meses durante una protesta que fue reprimida por la Policía neuquina.

   Los maestros marcharon portando estandartes realizados con delantales que armaban la frase “Nunca Más” y de la protesta participaron el titular de la CTA, Hugo Yasky, y los secretarios generales de Ctera, Stella Maldonado, y del Suteba, Roberto Baradel, entre otros.

   La medida de fuerza contó con la adhesión de los docentes de las seccionales provinciales de Ctera; de otros sindicatos como los técnicos de Amet, los privados del Sadop y los universitarios encuadrados en Fedun, Conadu Histórica y Conadu.

   Fuentealba murió tras recibir, en el interior de un automóvil y por la espalda, el disparo de una granada de gas lacrimógeno realizado a menos de dos metros, durante una marcha docente en Neuquén, en la que la policía reprimió a los manifestantes.

   El gobernador de Neuquén y candidato a presidente, Jorge Sobisch, acusó ayer a los titulares de la CGT, Hugo Moyano, y de la CTA, Hugo Yasky, de “utilizar políticamente” la muerte de Fuentealba “para sacar rédito personal”.

   “No trato de sacarle nada de responsabilidad a mi persona, pero quiero profundizar el debate: no se pueden subir sobre la desgracia y el dolor de alguien que a ellos no les interesa absolutamente nada; les interesa solamente desde lo político”, indicó Sobisch, en referencia al paro.

   

Moyano contraataca. Moyano, por su parte, quien en estos días está enfrentando durísimas críticas desde un sector del sindicalismo liderado por el dirigente gastronómico Luis Barrionuevo, quien llegó a reclamar su renuncia, se excusó de responderle al mandatario patagónico: “No me interesa hablar de Sobisch. Si tuviera que criticarlo a él, tendría millones de cosas para decirle, pero no me interesa”.

   Según la Ctera, Carlos Fuentealba “fue asesinado producto de la orden de represión salvaje que emanó del gobernador Sobisch, quien luego reconoció que impartió dicha orden y que lo volvería a hacer”.

   En la causa que se sigue por el asesinato al docente Fuentealba, sólo está inculpado el ejecutor material del hecho, el cabo José Poblete, y tangencialmente algunos jefes policiales y el subsecretario de Seguridad, separado de la fuerza.

   Stella Maldonado resaltó que “el 6 de octubre es la fecha de la Justicia para la finalización de la instrucción de la causa para llevarla a juicio”, pero cuestionó que “la causa no avanza en las responsabilidades políticas de quién impartió las órdenes para la brutal represión”.

   Según los organizadores, el acatamiento a la huelga nacional para recordar al docente asesinado y exigir castigo por el crimen fue “cercano al 100 por ciento” en escuelas públicas y privadas.

   La Ctera también indicó que en “la marcha multitudinaria” hacia el Congreso de la Nación participaron “más de 25.000 personas, entre delegaciones docentes de todo el país, organizaciones de derechos humanos, sociales, sindicales, estudiantiles y barriales”.

   En distintas provincias se hicieron actos en las principales plazas de las ciudades y en la Capital Federal la marcha fue encabezada por una bandera que medía más de quince metros, con la leyenda: “Juicio y castigo”, “No a la impunidad”, “¡Carlos Fuentealba presente!”. l

Durante la marcha, una gran cantidad de manifestantes portó carteles con el rostro del docente neuquino, reclamando por justicia.