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 viernes, 07 de septiembre de 2007  
Ahora acusan por fraude a dos cooperadores del colegio Normal Nº3
Se tramita una denuncia penal en el Juzgado de Instrucción de la 7ª Nominación

Laura Vilche / La Capital

Si algo faltaba para enrarecer el mal clima que se vive esta semana en el intervenido colegio Normal 3 (Entre Ríos y La Paz) era conocer que existe una demanda penal contra dos cooperadores de la escuela. “Santori Roberto Hugo y González Roberto s/ defraudación”, es la carátula del expediente que se tramita ante el Juzgado de Instrucción de la 7ª Nominación a cargo de Eduardo Suárez Romero.

   Un grupo de cooperadores denunció a ambas personas tras detectar una supuesta retención indebida de 16 mil pesos a partir de 2006 y hasta principios de este año. Además apuntó contra las dos por abultar gastos y administrar dinero del colegio de manera fraudulenta. Santori vive actualmente en Buenos Aires, pero González estuvo hasta la semana pasada cobrando la cuota de una de las cooperadoras; 5 pesos por mes (60 pesos al año).

   Ambos libraron cheques al portador y los cobraron cuando el cuerpo ni siquiera celebraba las reuniones que autorizan estatutariamente a comprar o hacer pagos. Estos fueron sólo algunos de los rumores que registró La Capital ayer al mediodía a la salida de la escuela (ver aparte).

   Toda la comunidad educativa está al tanto de las irregularidades que se detectaron en el colegio y por las que el Ministerio de Educación de la provincia desplazó preventivamente de su cargo a la rectora Marta Pareja, sospechada de malversar fondos y nombrar a sus hijos como docentes, entre otros hechos. La cartera abrió una investigación sobre una de sus cooperadoras, la conocida popularmente en el colegio como “la grande” (que administra los fondos de todos los niveles de la escuela, menos de preescolar que es nombrada como “la chica” ).

   “La rectora pide por favor que la esperen en la puerta”, fue el pedido que le hizo una portera a este diario en nombre de la nueva directora normalizadora, Claudia Ortega. Y a la zaga, un alumno de 9º año dijo por lo bajo: “Las cosas están cambiando, antes entraba y salía todo el mundo sin problemas, les juro que esto hasta hace dos días no pasaba”.

   Ortega recorrió con un representante ministerial las instalaciones de la pileta. Resolvieron refaccionar diversos stios deteriorados. l
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“Vino al aula a comentarnos que lo que se decía sobre ella eran todas mentiras”, sostuvo una alumna acerca de la directora cuestionada.

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Las reacciones variaron entre la sorpresa y la indignación




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