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 martes, 26 de junio de 2007  
Argentinos descubren fallas de células que provocaría esclerosis múltiple

Buenos Aires.- Un equipo de científicos argentinos descubrió que una falla de las células podría provocar esclerosis múltiple y artritis reumatoidea.

El importante hallazgo lo realizó un grupo de investigadores del Conicet, liderado por Gabriel Rabinovich, con la colaboración de Jorge Correale del Instituto Fleni y fue publicado el domingo pasado en la revista Nature Inmunology.

En el estudio se demostró que los azúcares regulan las decisiones de vida y muerte de los glóbulos blancos, llamados linfocitos TH1 y TH17. Y todo se hace porque son blanco de una proteína -la galectina-1-, que el equipo de Rabinovich investiga desde 1998.

Ese año, Rabinovich desarrollaba su tesis doctoral en la Universidad Nacional de Córdoba y logró identificar y purificar a la proteína. Esta molécula es capaz de matar a los linfocitos T.

“Con el paso del tiempo, observamos que no todas las subpoblaciones de linfocitos respondían igual frente a la proteína”, contó Rabinovich al diario Clarín. Entonces, averiguaron cuáles de los linfocitos eran asesinados.

La respuesta (que es la tesis doctoral de una de las integrantes del equipo, Marta Toscano) llegó tras varios años de ensayos y con el apoyo financiero de varios patrocinantes.

Hicieron ensayos y hasta generaron ratones que no tenían el gen que produce la proteína galectina-1. Con ese último experimento, revelaron que si la proteína no estaba presente, los ratones desarrollaban esclerosis múltiple, una enfermedad autoinmune.

Los linfocitos en cuestión son muy necesarios para el organismo. Lo defienden contra el bacilo de la tuberculosis o contra ciertos parásitos.

Sin embargo, en algún momento, deben ser frenados porque se “pasan de rosca” y conducen a las enfermedades autoinmunes. Es en ese momento cuando la proteína actúa y los reconoce gracias a las “etiquetas dulces” que los linfocitos llevan en su superficie.

Toscano afirmó que “se pensaba que los azúcares sólo tenían un papel decorativo en los linfocitos, pero ahora sabemos que su papel es mucho más importante”.

Los investigadores descubrieron entonces un mecanismo natural del organismo que impide las enfermedades autoinmunes. (Télam).-
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