Brasil: la popularidad de Lula sigue alta pese a escándalos

Brasilia.- La popularidad del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se mantuvo alta y estable en el sexto mes de su segundo mandato pese a recientes escándalos por corrupción y una crisis que puso en jaque el transporte aéreo en el país, mostró una encuesta divulgada hoy.

La encuesta, elaborada por el Instituto Sensus con 2.000 entrevistas y encargada por la Confederación Nacional del Transporte (CNT), reveló que el desempeño personal de Lula al frente de la presidencia fue aprobado por un 64 por ciento de los consultados, ante un 63,7 por ciento en abril.

Sensus, sin embargo, constató que la imagen positiva del Gobierno brasileño cayó en junio a 47,5 por ciento desde un 49,5 por ciento en abril, cuando el instituto había realizado la última medición de la popularidad del mandatario.

La estabilidad de precios en un país con una historia económica caótica y los amplios programas sociales del Gobierno son los que sustentan la alta popularidad del presidente, según Sensus, que indicó que la imagen de Lula no está siendo empañada por recientes escándalos que afectaron a un ministro y al presidente del Senado.

“Por la encuesta, Lula está exento de los problemas políticos, tiene un carisma personal mayor que el de su propio Gobierno y cuenta con la estabilidad de la economía”, dijo Ricardo Guedes, responsable de la encuesta de Sensus.

El ministro de Minas y Energía, Silas Rondeau, debió presentar su renuncia en mayo tras ser acusado por la policía de haber recibido un soborno.

Luego, un hermano de Lula fue acusado de tráfico de influencia y el titular del Senado, un cercano aliado del presidente, se encuentra en medio de un escándalo tras denuncias de que un cabildero pagó gastos personales del legislador, quien lo niega.

La semana pasada, en tanto, una nueva rebelión de controladores de vuelo, quienes reclaman mejores condiciones laborales y denuncian que trabajan con equipos obsoletos, provocó un caos en el transporte aéreo del país, con cancelaciones y atrasos en cientos de servicios, perjudicando a miles de pasajeros.

La crisis llevó a la Fuerza Aérea de Brasil (FAB) a adoptar un plan de emergencia y expulsar de sus puestos de trabajo a un grupo de controladores aéreos amotinados.

La encuesta de Sensus tiene un margen de error de tres puntos porcentuales y fue realizada entre el 18 y el 22 de junio en 136 ciudades de Brasil. (Reuters)