Duelo en España por los militares muertos en el Líbano

Maryayun.— Con lágrimas y profundo dolor, unos 1.100 soldados españoles se despidieron ayer de seis jóvenes militares de su contingente muertos el domingo en un atentado en el sur del Líbano. En total silencio, los ataúdes de tres soldados españoles y otros tres colombianos envueltos en una bandera española pasaron entre los militares en presencia del ministro de Defensa español, José Antonio Alonso.

Los muertos recibieron medallas de autoridades libanesas que asistieron a la ceremonia en la sede del contingente español en Maryayun, antes de que los ataúdes fueran llevados en helicóptero al aeropuerto internacional de Beirut para el vuelo a España. Allí se decretó un día de luto oficial para hoy. Los funerales se celebrarán en Madrid con la presencia de los Príncipes de Asturias, el presidente del gobierno socialista español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy.

Un coche bomba con 50 kilos de explosivos fue el que acabó con la vida de los seis militares, según informó Alonso. España tiene 1.100 soldados de paz en el Líbano, como parte de la Fuerza Interina de la ONU en ese país (Unifil), compuesta por casi 13.000 soldados de 30 países. El ataque del domingo fue el primero desde que la Unifil fue reforzada tras la guerra el año pasado entre Israel y el movimiento extremista libanés Hezbolá.

Según la prensa española, el Ejecutivo de Madrid atribuye el ataque a Fatah al Islam, un grupo terrorista próximo a Al Qaeda que se encuentra luchando con el ejército libanés en un campo de refugiados palestinos en el norte del país. Hezbolá, por su parte, condenó el atentado.

La bomba contra el convoy español fue detonada por control remoto, confirmó Alonso. El vehículo era un Renault Express que portaba matrícula falsa, por lo que podría proceder de “fuera del Líbano”, dijo el titular de Defensa. El ministro admitió que el vehículo blindado BMR español en el que viajaban las víctimas no llevaba inhibidores de frecuencia, que evitan que posibles bombas estallen al paso de los convoyes. Y es que, pese a que a principios de junio “se aumentaron los niveles de alerta del contingente”, según dijo, parece que donde menos se esperaban los españoles un atentado contra sus tropas era en el Líbano, a diferencia, por ejemplo, de lo que ocurre en Afganistán.