Paris Hilton cambió la prisión por la mansión de su madre

Los Angeles.- Paris Hilton, la heredera de la famosa cadena de hoteles, salió de prisión saludando y sonriendo a decenas de paparazzis, tras cumplir tres semanas de reclusión por violar su libertad condicional en un caso por conducción bajo influencia de alcohol.

Luciendo exuberante, Hilton de deslizó frente a dos filas de periodistas y fotógrafos retenidos detrás de una valla policial amarilla en la cárcel de mujeres Lynwood, justo después de medianoche, antes de correr hacia un vehículo deportivo para abrazar a su madre, Kathy.

Sin decir una palabra, partieron rápidamente para una vivienda de la familia en el exclusivo enclave de Bel-Air, con varios vehículos llenos de fotógrafos siguiéndolas todo el camino.

Estaba previsto que Hilton, que prometió cambiar su estilo de excesos y darle nuevo sentido a su vida, se preste el miércoles a su primera entrevista luego de la cárcel, en el ciclo “Larry King Live” de la CNN.

La excarcelación de la multimillonaria de 26 años, que satirizó su vida de caprichos y excentricidades en el programa televisivo “The Simple Life”, provocó en todo el mundo un debate sobre cómo se aplica la justicia a las personas famosas.

La saga llegó a su punto máximo cuando Hilton estuvo brevemente bajo arresto domiciliario, tras sólo tres días en la cárcel, lo cual desató protestas sobre lo que muchos vieron como trato preferencial.

Sin embargo, un análisis de Los Angeles Times halló que su sentencia excede por mucho la que cumplen la mayoría de los reclusos por violaciones similares.

Su partida de la cárcel el martes fue un competo contraste con la escena a principios de este mes, en la que a una sollozante Hilton se le ordenó que regresara a su celda, mientras lloraba: “Mamá, mamá. No es justo”.

Con una condena a 45 días en prisión, Hilton pasó sólo 22 días en la cárcel. La sentencia original fue reducida casi a la mitad por el juez, argumentando buen comportamiento de la reclusa.

El caso también llevó a un raro enfrentamiento entre dos de los máximos funcionarios a cargo de la aplicación de la ley: el fiscal de la ciudad, Rocky Delgadillo, quien procesó a Hilton, y el sheriff Lee Baca, quien supervisa el sistema carcelario y fue partidario de “reasignarla” a arresto domiciliario.

El juez se puso del lado del fiscal al enviar a Hilton de regreso a la cárcel para que finalizara su condena.

Pero Delgadillo, una estrella política en ascenso, pronto se encontró bajo ataque por sus propias malas conductas, incluyendo el uso inapropiado de los recursos de la ciudad y revelaciones de que su esposa había sido objeto de una orden de arresto durante 9 años.

En entrevistas Hilton habló de estar transformada por su experiencia, de querer ser tomada más seriamente y de sentir que Dios le había dado una segunda oportunidad.

Su condena surgió de un arresto por conducir con la licencia suspendida. (Reuters)