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domingo,
12 de
febrero de
2006 |
Antecedentes locales
En Santa Fe hubo recientemente iniciativas contra el desarme. A principios del mes pasado, el ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, presentó el plan provincial "Desarmar a Santa Fe" que apunta a realizar operativos con el fin de reducir la cantidad de armas en la población. "La tenencia de un revólver calibre 9 milímetros, el acopio y la portación de armas no reglamentadas constituyen delitos en sí mismos", afirmó Rosúa en ese momento. Y agregó que si se encuentra un arma calibre 22 en un domicilio, la ley considera que es una contravención que se deberá dirimir en el Tribunal de Faltas y no en la Justicia ordinaria.
Y en el 2005 se lanzó una iniciativa en la ciudad, de manos de la ONG La Comuna, integrante de la Red de Desarme nacional. La entidad apuntaba a la inclusión de normas utilizadas en países europeos que plantean, por ejemplo, que cuando alguien quiere comprar un arma necesita el consentimiento de vecinos, por ser estos damnificados potenciales. Otra política apunta al canje: el ciudadano que entrega su arma es compensado, y si el que canjea es todo un barrio, recibe obras a cambio. La Comuna hasta realizó una campaña con alumnos donde se los invitó a abandonar sus revólveres y pistolas de juguete.
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