"Ni con 3 mil inspectores podría controlar el tráfico"

El secretario de Medio Ambiente de la provincia, Marcelo Terenzio, dijo a La Capital que "ni con 3 mil inspectores" podría controlar el tráfico ilegal de animales silvestres. Por eso apela a la buena voluntad de los santafesinos: "La gente debe tener conciencia de que los monos, loros y tortugas son animales protegidos y silvestres, y que no pueden oficiar de mascotas". Para llevar adelante la fiscalización, que también realiza por su cuenta Gendarmería Nacional, la secretaría ambiental posee en Rosario diez guardafaunas y cuatro inspectores.

La ley provincial 4.830, que data de 1958, prohíbe la caza de todas las especies silvestres con excepción de las que especialmente se habilitan. Según indicaron desde Medio Ambiente, este permiso se otorga bajo determinadas condiciones ecológicas, como que la población de la especie sea lo suficientemente grande como para soportar la caza o que haya sido declarada como perjudicial.

En la provincia existen especies autorizadas para la caza comercial y otras con fines deportivos. Como deporte se puede cazar el pato sirirí común, el pato pampa y el crestón, el pacaa, la perdiz y la liebre; siempre en temporadas que no coincidan con su reproducción. La liebre, en cambio, está habilitada todo el año por considerarla plaga. Para la caza comercial se habilitan sólo tres especies: nutria, iguana y liebre, también por temporadas.

En este sentido, Terenzio remarcó que el resto de las especies silvestres están protegidas por motivos ecológicos y legales; por lo tanto, no pueden ser tenidas como mascotas. "Esto es fundamental porque si no se las requiere como mascotas, su caza se desalienta", dijo el funcionario.

Para controlar la tenencia, la caza y la comercialización ilegal de la fauna silvestre en todo el territorio santafesino, la provincia cuenta con 35 guardafaunas y 11 inspectores, de los cuales 14 están abocados al departamento Rosario. "Siempre es mejor tener más plata y más recursos, pero la gente debe concientizarse de que no debe tener animales protegidos como mascotas. Yo no puedo ir casa por casa de los más de tres millones de santafesinos para ver si tienen especies prohibidas", se excusó el funcionario.