El Pami admite que su servicio de ambulancias es un desastre

El interventor local reconoció que las unidades "parecen unas combi" y carecen de elementos esenciales

El interventor local del Pami, Alfredo Sánchez, reconoció que el servicio de ambulancias "está muy lejos de ser el óptimo" al revelar que las unidades contratadas por la obra social carecen de todo el equipamiento para actuar ante una emergencia. "He denunciado esta situación ante el nivel central, pero hasta el momento no he tenido respuestas, por eso quiero renegociar los contratos y poner todas las exigencias para mejorar la atención de los jubilados en un nuevo convenio", anticipó el funcionario, quien aseguró que en la delegación IX "vivimos con el agua al techo, y si alguien pretende una buena gestión que tiren un cable".

De los 140 mil afiliados que corresponden a la Unidad de Gestión Local (UGL) en Rosario, unos 80 mil tienen cobertura de emergencias a través del sistema unificado de visitas y urgencias médicas (Suvum) que lo hace el propio Pami local.

El resto más todos los traslados programados de jubilados para diversas prestaciones médicas se realiza a través de las empresas Emerger y Sanafé. Dichas empresas tienes una cápita fija que les paga el Pami mensualmente.

El servicio propio de ambulancias (Suvum) tiene 6 unidades, pero ninguna de ellas está equipada para alta complejidad, es decir no tiene desfibrilador.

En el caso de Sanafé y Emerger las ambulancias carecen de otoscopio, en tres de ellas no hay electrocardiógrafo, y en la primera de estas empresas sólo tienen un desfibrilador.

Un grupo de empleados de Pami, afiliados a ATE, realizaron una auditoría sobre Sanafé, y según Lucía de Vincenti "había personal en negro, las ambulancias no tenían seguro, se hacían traslados múltiples de pacientes, se demoraba 4 horas en hacer un traslado programado y había sobrefacturación de servicios".

Lejos de sentirse sorprendido por el tenor de las denuncias, el interventor de Pami local reconoció estar en conocimiento de la situación. "La verdad es que las condiciones de este servicio no son para nada óptimas, pero las ambulancias propias están peores y parecen una combi", se sinceró.

Según explicó Sánchez, los contratos con estos servicios privados de ambulancias vienen de gestiones anteriores y son renovados "automáticamente". "Por todo ello, quiero renegociar los contratos y poner todas las exigencias de calidad prestacional en un nuevo convenio, además de hacerlo menos oneroso", expresó Sánchez, quien aclaró: "Para que todo esto suceda necesito el okey de Buenos Aires".

Según una auditoria, hay ambulancias de Pami que ni siquiera tienen seguros.