|
domingo,
02 de
diciembre de
2007 |
Argentino volvió a perder. Esta vez fue 2 a 0 con Alem
Javier Parenti / Ovación
Urgente! Que termine el año. ¡Ya! Este Argentino lo pide a gritos. Es que aguanta hasta que cae. No se puede sostener. Le pasó ayer ante Alem tras defender el cero hasta el minuto 40, lo viene soportando desde hace siete fechas. No gana. ¿Por qué? Simple, si no hace goles, ni los genera, es imposible.
Y eso que de visitante venía bien. Con tres empates seguidos y un triunfo previo. Sin goles en contra, pero con sólo dos a favor. Y en este punto está la falta de equilibrio del equipo. Aguanta en el fondo, pero si le convierten fue.
Como le pasó con Alem, un equipo que sin dudas fue superior, con el Lobo Cordone de estrella y Roldán de titiritero, más los llegadores Molina y Fornerón. Y en los salaítos los mejores fueron Casini, Sánchez y el arquero Fernández. Todo dicho.
El local proponía y el salaíto hacía lo que podía. Intentaba, pero tres cuartos de cancha es un terreno pantanoso y ahí se hundía. El Lechero golpeaba a las puertas del arco que Fernández había dejado en cero durante una pila de minutos, pero a los 40’ su invicto cayó. Fueron tres jugadas una atrás de la otra y en la última la pelota le quedó a Fornerón y Alem gritó.
Si hubiese aguantado el cero en la etapa inicial, la historia pudo ser distinta. Pero no, y encima a los 56’ se quedó con uno menos por la expulsión de Tassile. Pintaba para el descalabro. No, aunque Alem llegaba cuando se lo proponía pero definía mal.
Argentino tuvo una chance para empatar. Aislada y negada por el árbitro al no sancionar un claro penal sobre Magallán. Y el Lechero desperdiciaba las que tuvo, algo que daba ánimo para que alguna pelota perdida se transformara en empate. No ocurrió y en los cinco de adición llegó el mazazo. Al córner salaíto lo fue a cabecear hasta el arquero, pero la contra la armó Cordone comiéndose la cancha y dejando que el gol lo marcara Gauna para que todos los aplaudieran, hasta la pareja de teros que también fueron al ataque sobre el arco salaíto.
Las gotas de lluvia caían despacio pero golpeaban. Igual que los últimos siete resultados en los que Argentino no logró conocer el sabor del triunfo. Quedan dos partidos y entonces sí terminará este Apertura cerrado a las alegrías.
enviar nota por e-mail
|
|
|