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 domingo, 02 de diciembre de 2007  
Opinión: Ya no se gana más de prepo

Luis Alberto Yorlano / especial para Ovación

Al repasar las estadísticas de los torneos de primera división, se observa que hay una marcada diferencia de las copas ganadas por los equipos llamados grandes sobre los chicos. Y cuando profundizamos e investigamos cómo se conseguían, encontramos muchas dudas. Es bueno recordar las palabras del árbitro del partido River-Boca (el 9 de diciembre de 1962), donde Roma le atajó un penal a Delem adelantándose varios metros, quien dijo “quién podía animarse hacerlo tirar nuevamente y en cancha de Boca”. Estas jugadas claves se daban siempre a favor de los poderosos. Ninguno que peine canas puede olvidarse que cuando Central o Newell’s empataban en Buenos Aires era un triunfo, y cuando se ganaba los hinchas iban a la estación Rosario Norte para esperar a los jugadores para festejar como cuando hoy gana un campeonato. A través de los años la hegemonía porteña fue cambiando y mientras los grandes le sacaban a los chicos los jugadores para conseguir los torneos, estos se fueron cargando de paciencia y fortalecieron las inferiores y a partir del año 1970 Estudiantes, Argentinos, Newell’s, Central, Vélez y Ferro fueron campeones y empezaron a participar en las copas. Tres equipos de origen barrial como Lanús, Tigre y Arsenal hoy tienen la posibilidad de conseguir objetivos importantes. Y llegaron a esta instancia porque se ordenaron administrativamente, apostaron a jugadores con hambre de gloria y porque protegieron sus canteras. Y es llamativo que muchos de los comunicadores, al no aparecer en la pelea los grandes, dicen que es un torneo mediocre y que se ha emparejado para abajo.

   Muchas veces estas cosas la vivieron los grandes de Rosario. Pero las desordenadas administraciones, las convocatorias y el abandono de sus divisiones inferiores los han llevado al sufrimiento de sus hinchas en partidos que antes se ganaban en los primeros 20 minutos. Causa dolor escuchar que jugar contra San Martín (SJ) y Gimnasia (J) son finales y que de ellas dependa la categoría. Hoy un equipo no se va al descenso por culpa de los árbitros. La categoría se pierde por los deterioros económicos y la mediocridad de los jugadores.
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