Banfield derrotó a San Lorenzo y se acomodó

San Lorenzo venía saliendo pero la pelota le dio en la espalda a Villarreal. El rebote lo tomó Jairo Patiño, avanzó unos pasos, acomodó su cuerpo y sacó un derechazo de 30 metros que se coló en el ángulo superior derecho de Orión. Un golazo de otro partido, que a los 42 minutos del primer tiempo liquidó la historia a favor de Banfield. El equipo del Chocho Llop se encamina así a cerrar un buen torneo, trepó al cuarto lugar y todavía puede subir un poco más en la última fecha, mientras que el de Ramón Díaz ya está pensando seguramente en el 2008.

En este irregular campeonato, una victoria catapulta a los equipos hacia posiciones de cierto privilegio y una derrota los hunde en la medianía. Están todos demasiado juntos y por eso Banfield aprovechó la victoria ante un rival con el que venía parejo. No fue un triunfo de otro mundo, aunque sí estuvo cerca de ampliar la diferencia, mientras que San Lorenzo también hizo lo suyo pese a la ausencia de su artillero Silvera (ver aparte).

El partido fue intenso. San Lorenzo tuvo dos remates en los palos, con Emiliano Díaz (hijo de Ramón) y Adrián González. Y Banfield parecía no poder salir del bajón de las últimas fechas. Así transcurrían las cosas hasta que Patiño se iluminó, aunque enseguida vio la amarilla por sacarse la camiseta y no jugará la próxima fecha.

En el complemento Cvitanich se perdió un gol imposible ante Orión. Lo enfrentó en soledad entrando del medio hacia la derecha del área pero elevó increíblemente su remate por sobre el travesaño, en la más clara del Taladro para defender tranquilo su victoria parcial.

A San Lorenzo le costó arrimar peligro hacia Lucchetti como en el primer tiempo y no por nada Ramón Díaz hizo rápido sus tres modificaciones. Pero pese a que logró tener más la pelota, sus intentos siempre terminaron en un rebote o en un pase mal dado, rubro en el que se destacó Montillo.

La más clara del equipo de Ramón Díaz ocurrió sobre la media hora, cuando Romeo entró raudo al área por la medialuna y Herner pareció tocarlo apenas cuando iba a enfrentar a Lucchetti. La aparatosa caída del delantero no convenció a Collado, que en cambio decidió sacarle amarilla.

El tiempo se diluyó sin más y al final quedaron dos postales: la de los jugadores de Banfield celebrando y la de los de San Lorenzo arrinconando a Collado.