¿Diamantes, arte o un elefante para un cumpleaños ruso?

Una feria para millonarios expone hasta la obscenidad las posibilidades que da el dinero

Chris Baldwin / Reuters

Hay que tener compasión con el atareado millonario ruso sin tiempo para comprarlo todo. Diamantes, helicópteros, autos y arte están a su disponibilidad. Pero ¿qué hay de un elefante para el cumpleaños de su hija?.

   Un servicio en Moscú, hogar de la segunda mayor concentración de millonarios después de Nueva York, ha sido diseñado para satisfacer los caprichos de un creciente grupo socioeconómico con una enorme riqueza pero con poco tiempo.

   En su primer año moscovita la firma ha gestionado a sus clientes la entrada a exclusivos clubes nocturnos, les ha conseguido inaccesibles reservas en algunos de los más modernos restaurantes, y les ha comprado mascotas.

   “Tuvimos un cliente que nos pidió que lo ayudáramos a encontrar un elefante para una fiesta de cumpleaños al aire libre”, dijo Irina Volskaya, presidenta de Quintessentially Russia, parte de un servicio internacional de consorcios con sede en Londres.

   En Rusia, donde las estadísticas gubernamentales dicen que casi un tercio de sus 142 millones de habitantes subsiste con menos de 200 dólares al mes, los servicios de la firma pueden ser contratados por una tarifa anual de suscripción de 5.147 dólares.

   La gestión de estilo de vida para los ricos de Rusia es un sector de rápido crecimiento, dado que una pequeña porción de la población está capitalizando el auge económico que el país atraviesa gracias a los altos precios del petróleo y el gas.



Más que Londres. Según la revista Forbes, Moscú tiene más multimillonarios que Londres, y sólo es superado por Nueva York. Mientras tanto, el ingreso ruso promedio es de unos 5.000 dólares al año. Los residentes de las ciudades pequeñas ganan mucho menos.

   La firma de Volskaya fue sólo una de los cientos de expositores de la Feria de Millonarios de Moscú, un evento anual en el que las compañías que ofrecen artículos de lujo exhiben sus fastuosos productos, que a veces se guían por el lema “cuanto más extravagante mejor.”

   Entre los artículos de la feria había una botella de vodka de 500 dólares, un automóvil Mercedes con diamantes incrustados y una mesa de café hecha de un cuerno de mamut.

   “Estamos aquí porque queremos ver qué reacción genera nuestro producto,” dijo Gary Weissberg, director de Desarrollo de Nuevos Emprendimientos de Lighthouse, una compañía que fabrica televisores domésticos de casi 4 metros de ancho.

    Entre los otros productos exclusivos de la feria había un reproductor de CD de 250.000 dólares y una reproducción en tamaño real de “La Ronda de Noche” de Rembrandt, hecha de azulejos de porcelana.

   Un expositor pedía un millón de dólares por un juego de ruedas de auto con joyas incrustadas.

   “Honestamente, he visto pocos millonarios aquí,” dijo una asistente a la feria, Leila Usubova, tras aclarar que no era adinerada y provenía de Kazan, una ciudad 790 kilómetros al este de Moscú. “Pienso que en su mayoría son personas que sólo quieren ser millonarios”, agregó.

Un Mercedes Benz descapotable recubierto en diamantes expuesto en la feria moscovita.