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domingo,
02 de
diciembre de
2007 |
El cazador oculto: “El irresistible encanto de las fantasías”
Ricardo Luque / Escenario
Nadie puede resistirse a la fantasía. Sus mundos donde los sueños más dulces se hacen realidad ejercen una atracción irresistible sobre las almas sensibles. Hollywood lo sabe bien. Desde que el cine es cine, y más desde que es negocio, las historias imaginarias tienen un lugar de privilegio en la agenda de los grandes estudios. Sobre todo cuando se avecinan los esperados estrenos navideños. “Encantada”, el primer tanque que llegó a las carteleras norteamericanas, puso en evidencia la vigencia del género. Arrasó la taquilla. Se trata de un producto típico de la escudería Walt Disney que cuenta una historia de princesas, brujas y magos, ambientada en el corazón de la ciudad de Nueva York. Hay jovencitas en peligro, héroes apuestos y valientes y hechizos demoníacos, pero también semáforos, subterráneos y taxis amarillos lanzados a toda velocidad por las calles congestionadas de Manhattan. Y es ahí, en ese puente que tiende entre el mundo de fantasía y la cruda realidad, donde ejerce su irresistible fascinación. Las excelentes recaudaciones de la película, que evoca los tiempos de oro de “El Mago de Oz”, revela el éxito de la fórmula que cada día entusiasma más a la industria. Una cóctel que en “La brújula dorada”, el título con el que continúa la saga, se repite: grandes estrellas (Nicole Kidman y Daniel Craig), una niña actriz (Dakota Blue Richards), un guión basado en un best seller (“The Golden Compass”, de Philip Pullman) y, claro está, una andanada incontenible de efectos visuales. La anécdota, que importa poco, debe tener como trasfondo la eterna batalla del bien y el mal. En ese plan, llegará también “Bridge to Terabithia”, que cuenta las aventuras de dos chicos que, para huir de sus problemas cotidianos, inventan un reino de ogros, trolls y gigantes en el que ellos son los reyes. Un argumento que recuerda a “Las crónicas de Narnia” de C.S. Lewis que vuelven el año próximo para demostrar que el negocio de la fantasía seguirá. Por siempre jamás.
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