Bailando y patinando, pero sin soñar

En las escuelas de danzas y patín hay un notorio aumento de alumnos, sobre todo mayores de 30 años

María Laura Favarel / La Capital

Será por el programa de TV Show Match o por la película “Bailemos”, o tal vez por la sola intención de hacer ejercicio. Lo cierto es que tanto en las escuelas de patín artístico como en las de baile los alumnos son cada vez más. Lo llamativo es el interés de los mayores de 30 años para ponerse en movimiento y empezar a practicar estas disciplinas.

   El técnico de patín artístico sobre ruedas David Biondo, que da clases en tres escuelas, ratifica el fuerte impulso que tuvo la actividad este año. “El programa Show Match o el español «Mira quién baila» fomentaron la actividad, pero nadie admite que viene porque lo ve en la tele”, explicó el profesor, con unos 80 alumnos por nivel. “En Rosario siempre se hizo patín, pero en forma anónima. Ahora sale en televisión y a todos les interesa”.

   La misma situación observaron profesores de baile, sobre todo de ritmos latinos. “Nuestra escuela se desbordó”, dijo Marcelo Petrín, que de 200 pasó a tener cerca de 400 alumnos en clases de salsa, merengue y cha cha cha.

   También en el Instituto de Ballet Rosario aumentó la matrícula, sobre todo en mujeres de 40. Pero en la Escuela Municipal de Danzas “Ernesto de Larrechea” los 870 alumnos regulares no son novedad. “Acá el número siempre es alto”, dijo la directora, Silvia Tani.



Gimnasio vs. recreación. “Las mujeres prefieren divertirse antes que estar encerradas levantado pesas”, aseguró Marlén Puello, directora de un instituto de baile donde enseñan ritmos latinos, jazz, moderno, flamenco y hip hop. “No quieren ir al gimnasio y prefieren aprender bailes de salón, no como los de la televisión”, aclaró la profesora.

   Avidas de bailar, ellas encuentran en ese espacio un lugar para desestresarse. “Llegan, apagan el celular, hacen ejercicios y nuevas amigas”, contó la profesora y agregó: “También aprenden a desinhibirse, caminan mejor y hasta las ayuda en lo social”.

   Petrín, director de varios grupos de ritmos latinos, contó que en marzo tuvo que abrir una nueva sucursal de su escuela para absorber el doble de los alumnos que tenía. Está convencido de la influencia de la televisión y también notó el importante caudal de mujeres mayores de 45, más allá de que cada vez más hombres se animan a danzar en la pista.

   En forma paralela, año tras año, cada vez son más los que se anotan para bailar tango, según confirmaron en la Casa del Tango.



Por un sueño. “Pusimos un aviso que decía: «Cumplí tu sueño», y vinieron muchísimas mujeres de 40”, contó Puello.

   Lo mismo observó Sara Giovanon, que lleva tres décadas enseñando patín en clubes de la ciudad. “Se notó un incremento, especialmente en gente de más de 30. Hasta tengo una alumna de 55”, aseguró.

   En el club Libertad, de Felipe Moré al 1300, Giovanon tenía una clase con 20 adultos el año pasado, pero este año se anotaron 65 y 30 quedaron en lista de espera. Ahora la profesora piensa el año próximo con un turno extra. “Los adultos tomaron coraje”, opinó y explicó que muchos de los que se anotan “fueron patinadores de chicos y quieren retomar”. Para otros, en cambio, “es una materia pendiente” que recién ahora pueden concretar”.