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domingo,
25 de
noviembre de
2007 |
Lo matan de un golpe en la cabeza durante una pelea
Discutió con un conocido mientras tomaban cerveza. El presunto agresor fue detenido en el lugar
Un golpe certero con una plancha de hierro en la frente, arriba del ojo derecho, apagó en forma abrupta la vida de Sergio Sotello, un mecánico de 38 años que llevó la peor parte en una violenta pelea que mantuvo con un conocido del barrio. Ambos, junto a otro hombre de la misma edad, se habían reunido el viernes a la noche a pasar el rato y amenizaban la charla con algunas cervezas, pero a eso de las cinco de la madrugada todo terminó mal.
El presunto homicida fue detenido poco después en el mismo lugar, en estado de ebriedad. Fue conducido a la seccional 5ª, donde admitió haber golpeado a Sotello en defensa propia, pero dijo desconocer que lo había matado. En su rostro se veían claramente las marcas de los golpes que al parecer la víctima alcanzó a conectarle, contaron fuentes de la investigación.
El episodio comenzó a gestarse el viernes alrededor de las 22. El hombre asesinado vivía solo en una casa humilde con un pequeño taller mecánico montado sobre la fachada en Rueda 2824, entre Ovidio Lagos y Riccheri. Se había separado de su mujer hace unos años y tenía dos hijos, un nene de 4 años y una nena de 7.
La reunión. A esa hora se encontraba en su casa con Andrés E. y Luis D. Según fuentes policiales se habían juntado a tomar unas cervezas. ¿Cuál fue el motivo de la reyerta? Para esa pregunta ayer había dos respuestas. La que quedó asentada en la declaración testimonial de Luis D. en la seccional 5ª colocaba el caso en el casillero de “pelea entre borrachos”. De acuerdo a esa versión, todo se precipitó cuando Sotello le entregó 50 pesos a Andrés E. para que fuera a comprar más porrones.
Al parecer el pedido no llegó a buen puerto. Andrés regresó con las manos vacías y dijo que “le habían robado el dinero”. El dueño de casa no le creyó y lo increpó. Así empezaron a los golpes hasta que Luis D. los separó. Andrés E. se marchó, pero al rato volvió en busca de revancha. Según fuentes policiales, los dos se repartieron fierrazos, pero Sotello recibió un impacto en la frente que le causó la muerte en el acto.
Con su oponente en el piso, Andrés E., quien vive a pocas cuadras, salió a la calle nuevamente y desapareció. Cuando las policías del Comando Radioeléctrico y la seccional 5ª estaban en el lugar, el agresor inexplicablemente volvió. “Estaba muy borracho y tal vez haya vuelto por curiosidad. Ni siquiera sabía que lo había matado”, consignó un investigador policial. La descripción que dio el testigo de la pelea y los moretones en la cara del imputado terminaron por ubicarlo como principal sospechoso.
Una vez en la comisaría de Italia al 2100, el imputado admitió haber golpeado a la víctima en una riña y quedó acusado de homicidio, a disposición de la jueza de Instrucción Mónica Lamperti.
La otra versión la deslizaron familiares del hombre asesinado. Jorge, hermano de Sergio, y Silvina, la ex mujer, remarcaron que el acusado había robado un ciclomotor que el mecánico tenía para reparar en su taller. “A lo mejor estaban tomados, pero el tipo se había llevado la motito y no se la devolvía”, agregaron. El mecánico tenía dos hijos que viven con su mamá. “No sabemos cómo decirles que al papá lo mataron”, dijo Silvina.
Allegados de la víctima esperaban ayer en la puerta de la casa de Rueda 2814 las novedades de la autopsia. Aguardaban para trasladar el cuerpo a San Genaro Norte, de donde son oriundos los Sotello. Allí vive la mamá de Sergio, quien apenas sobrelleva el reciente fallecimiento de su esposo.
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