El Papa nombró cardenales nuevos y dos son argentinos

Son Karlic y Sandri, que se suman a Bergoglio y Mejía. Benedicto XVI rogó por la paz en Irak

El Papa Benedicto XVI presidió ayer un consistorio en el Vaticano en el que impuso el capelo a 23 nuevos cardenales, entre los que se encuentran los arzobispos argentinos Leonardo Sandri y Estanislao Karlic.

   Benedicto XVI realizó el segundo consistorio de su pontificado en la basílica de San Pedro, luego de la profesión y el juramento de fe y obediencia de los nuevos purpurados. “Reciban el birrete rojo como signo de la dignidad del cardenalato”, exclamó el Sumo Pontífice al recitar la fórmula tradicional en latín.

   El Papa prosiguió con el rito y explicó que “eso significa que deben estar preparados para actuar con fortaleza hasta el derramamiento de la sangre, por el crecimiento de la fe cristiana, por la paz y la tranquilidad del pueblo de Dios y por la libertad y la difusión de la Santa Romana Iglesia Católica”.

   Los arzobispos Sandri, de 63 años, y Karlic, de 81, se suman a los otros dos cardenales argentinos: Jorge Bergoglio, presidente del Episcopado; y Jorge Mejía, quien fue bibliotecario del Vaticano y ahora trabaja en pro del diálogo interreligioso en la Santa Sede.

   Con la creación cardenalicia, a Sandri, que es prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, le correspondió la diaconía de los santos Blas y Carlos de Catinari, en Roma.

   En tanto, al arzobispo emérito de Paraná, Estanislao Karlic, se le concedió la de la Beata Virgen María Dolorosa en la plaza Buenos Aires, también en la capital italiana.

   Sandri se dirigió al Papa en nombre de todos los nuevos camaradas y prometió a Benedicto XVI un apoyo incondicional en defensa de la vida humana, “desde el primer inicio hasta su natural conclusión”.



La causa del hombre. “Con Usted, Padre Santo, queremos servir la causa del hombre; estamos listos a seguirle cuando reitera que la persona sin Dios se pierde a sí misma; cuando haciéndose verdadero defensor hominis, nos enseña que el matrimonio y la familia son la célula originaria de la sociedad y que la vida debe ser tutelada desde el primer inicio hasta su natural conclusión”, subrayó el purpurado.

   También, destacó la defensa papal de “los derechos fundamentales de cada uno y en particular la libertad religiosa”.

   Trece europeos, dos estadounidenses, cuatro latinoamericanos, dos africanos y dos asiáticos recibieron uno a uno la bula papal de “creación” y el birrete púrpura que los consagra príncipes de la Iglesia.

   Dieciocho de los nuevos cardenales serían hoy electores si hubiera un nuevo cónclave para elegir Papa, por tener menos de 80 años.

   Argentina, de esta manera, pasará a tener dos cardenales electores —Bergoglio y Sandri— en un futuro eventual cónclave, ya que Mejía y Karlic superan los 80 años.

   Sandri fue “ministro del Interior” del Vaticano hasta junio de 2007 y su imagen recorrió el mundo el 2 de abril de 2005, cuando anunció oficialmente la muerte de Juan Pablo II, y también fue conocido como “la voz del Papa” por leer en público los discursos de Karol Wojtyla cuando ya estaba debilitado de salud.

   En tanto, Karlic fue presidente del Episcopado argentino durante dos períodos consecutivos, entre 1996 y 2002, y fue uno de los ocho prelados a quien Juan Pablo II encomendó hacia finales de la década del 80 la redacción del Nuevo Catecismo de la Iglesia.

   Con las nuevas designaciones, el número de cardenales con derecho a voto en un cónclave por la muerte del Papa llega a 121 miembros, uno más del límite fijado por el Papa Pablo VI.

   Benedicto XVI les solicitó a los nuevos cardenales que “sean apóstoles de Dios que es amor y testigos de la esperanza evangélica” y como gesto especial, rogó por la paz en Irak cuando proclamó al patriarca caldeo Emmanuel III Delly, representante de la pequeña comunidad de ese país.

   Benedicto presidirá hoy la misa en la cual se les entregará el anillo cardenalicio a los nuevos purpurados. (Télam)

La basílica de San Pedro, donde tuvo lugar la ceremonia de creación de los cardenales.