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 domingo, 25 de noviembre de 2007  
Mercados
Comprar bonos en pesos, la mejor opción
El bajo precio de los títulos argentinos abre, en medio de la crisis, una oportunidad

Salvador Di Stéfano

La crisis hipotecaria profundizó la caída del mercado estadounidenses. Los bancos mostraron fuertes pérdidas por las enormes previsiones que debieron realizar a los créditos vigentes y se espera que estos créditos incrementen su morosidad y las previsiones suban a futuro. Cada incremento de previsiones en las entidades bancarias implica menos capacidad prestable de los bancos, por ende corte de crédito. Consecuentemente con la menor cantidad de crédito se produce un incremento en el costo del dinero.

Las financiaciones en Estados Unidos mostraron un encarecimiento notable. Se pasó de financiar un hipotecario a 30 años del 4% al 8% anual, la financiación de tarjetas pasó del 8% a niveles del 16% anual. Todo esto impactará a corto plazo en el consumo y en esto se fundamentan los temores de una recesión en Estados Unidos.

   A estos problemas hay que sumarle un contexto de suba generalizada de los productos primarios, lo que implica un aumento de la inflación. Conjugando ambos escenarios, la estanflación está a la vuelta de la esquina.

Europa está acorralada por el euro, su moneda se revalúa y su economía es cada vez menos competitiva. La moneda China, el yuan, está anclada con el dólar, por ende cada devaluación del dólar contra el euro, implica que el yuan también se devalúa y Europa se ve invadida por productos chinos.

El 6 de diciembre se reúne el directorio del Banco Central Europeo, la tasa de corto plazo se fijó en el 4% anual que, ante la mayor inflación evidenciada en la zona euro, se pretende aumentar la tasa de corto plazo. Si esto ocurre el euro se revaluará frente al dólar y podría superar la barrera de 1,50, lo que traería más problemas para la economía real del viejo continente. De todas formas es de esperar que al menos la tasa europea permanezca en niveles del 4% anual.

El 11 de diciembre se reúne el comité abierto de la Reserva Federal y se espera que la tasa permanezca en el 4,5% anual. Una reducción de la tasa devaluaría aún más al dólar frente al euro, lo que potenciaría a la suba el precio de los productos primarios y aceleraría el posible escenario de estanflación.

Estas dos fechas crean gran expectativa en el mercado. Daría la impresión que hasta el 6 de diciembre no se producirán grandes novedades en el mercado, con las noticias en mano los activos se moverán bruscamente, ya sea buscando una mayor devaluación del dólar, suba de los productos primarios y caída en la actividad económica o una reevaluación del dólar, caída de los productos primarios y estabilidad de al actividad económica.

Son muchos los riesgos de tomar una decisión en forma anticipada, por ende lo mejor es esperar y decidir con la noticia en mano. La volatilidad es muy grande, hay poco para perder y mucho para ganar.

Y por casa cómo andamos

En el caso de Argentina, los bonos se encuentran a precios muy bajos, casi a precios de default. Sin embargo no hay motivos para pensar que Argentina no pueda honrar sus compromisos internacionales de cara a los próximos dos años.

El gobierno de Néstor Kirchner está realizando el ajuste que le posibilite a Cristina Fernández de Kirchner obtener un superávit fiscal holgado en el 2008. Se incrementaron las retenciones al agro y al petróleo. Se subió el mínimo no imponible de bienes personales, pero no se toma en cuenta su mínimo para los sujetos alcanzados por el tributo. Hay un traspaso muy fuerte de fondos de las AFJP al sistema de jubilación estatal.

Con estas cuatro medidas incrementa los recursos fiscales en más de 10 mil millones de pesos de cara al año próximo, con lo cual se asegura un superávit fiscal primario del 3,5% anual y un caudal de fondos que le permitirá pagar con holgura los intereses que vencen en el 2008, los cuales ascienden a la suma de 16 mil millones de pesos.

Como no hay riesgo de default, los bonos argentinos deberán mostrar a corto plazo una gran suba, para que esto ocurra deberían despejarse los problemas financieros internacionales. En este caso también se nota una sobreactuación de muchos inversores que creen que Argentina puede caer en cesación de pagos, cuando los números fiscales dicen lo contrario.

Con esto no se quiere soslayar la enorme presión tributaria que pesa sobre el sector privado, que es la principal enemiga de futuras inversiones, pero al mirar las proyecciones fiscales, a pesar de los problemas derivados de la gran presión tributaria, los números dan muy positivos.

Conclusión: el euro llegó a un techo. No es conveniente invertir en esa moneda y si tiene tome ganancias, no se conoce en la historia del mundo una devaluación del dólar tan importante contra el euro como la que ocurrió desde el 2002 a la fecha. En el plano local, colocarse en pesos a tasa de interés es un gran negocio, ya sea caución, cheque de pago diferido o fideicomisos cortos.

En cuanto a los bonos habrá que seguir apostando a estos precios por el Boden 2014, Bogar 2018 y el Bono con Descuento en pesos de la deuda pública. Las acciones estarán a la baja, a la espera de la suba de los títulos públicos.

En la crisis esta la oportunidad de comprar bonos en pesos.
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