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 miércoles, 12 de septiembre de 2007  
Colonia Medici revivió con el turismo
La localidad no alcanzó el status de pueblo pero hoy recibe visitantes de todo el mundo

Walter Gasparetti / La Capital

Colonia Médici.— A este pequeño poblado de no más de cien habitantes, que al igual que Estación Berreta nunca llegó a ser pueblo, lo estaba ganando el olvido y el éxodo, hasta que uno de los descendientes del fundador quiso torcer ese rumbo y creó “La Juanchesca”, uno de los emprendimientos turísticos rurales más interesantes de la provincia de Santa Fe.

   Ubicada a unos 80 kilómetros de Rosario, a este poblado se puede llegar tanto por la ruta 9 como por la 34. En ambos casos hay que hacer unos veinte kilómetros de tierra. Al llegar sobresale una iglesia construida en 1954, una escuela y un almacén de ramos generales.

   En 1927, luego de casi tres décadas de existencia, los vecinos solicitaron al gobierno provincial la creación de una comuna. Una década más tarde se reiteró el pedido que fue contestado por el departamento topográfico del Ministerio de Obras Públicas de la provincia de Santa Fe.



“La Juanchesca”. El proyecto de turismo rural se materializó luego de remodelar un tambo, donde hoy enseñan a los turistas a fabricar quesos. Hay varias casas que fueron reacondicionadas para ofrecer alojamiento. A eso se sumó la creación de un pintoresco bar y la edificación de otras viviendas para dar marco a una idea de turismo rural de estancia.

   En plena crisis del año 2000, la empresa fundada por Angel Médici, que se había sostenido por más de cincuenta años como una extensa explotación agropecuaria, un tambo y un almacén de ramos generales, entre otras actividades, se disolvía con una distribución equitativa de las propiedades.

   Para Juan Médici, uno de los descendientes de la familia, se trató de una situación traumática. Es que esa decisión de dividir el capital de la firma fundada en 1936 iba a contrapelo de los anhelos de su abuelo, el fundador, quien siempre había soñado con la posibilidad de sostener la actividad comunitaria.

   “En esos días, mi esposo andaba cabizbajo, muy nervioso, como si se desarmara de un plumazo lo que había demorado años en construirse. Vimos el viejo tambo, los animales, las casitas, y la idea de turismo rural surgió clara cuando pensamos que mucha gente busca precisamente eso para descansar. Enseguida nos pusimos a trabajar”, explicó a La Capital la esposa de Médici, Graciela.

   En efecto, el sitio estaba prácticamente abandonado y mientras el país era castigado por una de las más profundas crisis de toda su historia, los Médici se pusieron el overol y dieron forma a “La Juanchesca”, el establecimiento de agroturismo que inauguraron oficialmente hace algo más de tres años.

   El esfuerzo fue premiado por las autoridades de Totoras, que lo declararon de interés municipal y también por la Legislatura santafesina, que hizo lo propio. “Son apoyos importantes porque tienen en cuenta el esfuerzo hecho y lo que implica para la zona”, confió Médici.



Turismo rural. Hoy ese tipo de turismo es buscado por personas que pretenden aislarse del ritmo de la ciudad. En Colonia Médici no sólo encuentran ese contacto con la naturaleza sino que además aprenden a hacer queso y dulce de leche y a cabalgar, además de pasear en sulkys tirados por ponys, entre otras actividades organizadas por la empresa.

   Frente a una demanda en franco crecimiento, poco a poco van agregando otros servicios.

   Desde hace unos pocos meses se dictan cursos intensivos de inglés; se organizan reuniones sociales como casamientos, cumpleaños de 15, reuniones familiares y empresariales, y además el sitio es alquilado por firmas que llevan adelante cursos de capacitación y disertaciones para sus empleados y personal jerárquico.

   “Siempre creí que la verdadera herencia que recibíamos era el lugar de donde uno viene, y no lo podíamos dejar morir. Esto que hoy estamos haciendo yo lo vi claramente desde siempre”, señala Graciela al recordar los inicios de la joven empresa.

   Graciela logró unir enseguida a la familia en el emprendimiento, con Roberto, su hijo apenas graduado de licenciado en Ciencia Política, y Paula, una reconocida modelo y periodista, que trabaja en Buenos Aires y viajaba los fines de semana para ayudar.

   “Hace unos pocos días vino una familia desde Suiza que permaneció hospedada durante una semana. Es increíble cómo este ambiente atrapa a los extranjeros, especialmente a los europeos. Se sorprenden por todo, pero lo que más les impresiona es la extensión de la llanura”, añadió Graciela en su diálogo con La Capital.

   La oferta de turismo rural en Colonia Médici se complementa con un museo interactivo y una biblioteca rural, a lo que se suma la creación de un itinerario cultural por el que se recorren diversos lugares como la estación Larguía, la casa en la que vivió durante un breve período la poetisa Alfonsina Storni en la cercana localidad de Bustinza, así como empresas de la zona.



La fundación. Colonia Médici fue fundada en 1895 por Angel Médici, un inmigrante suizo que llegó a este país, como otros europeos, para trabajar la tierra. En 1936 fundó una sociedad de responsabilidad limitada y a los pocos años inició un tambo con animales de alta selección y toros de pedigrí provenientes de reconocidas cabañas.

   Durante la década del 50, la actividad fue creciendo, al punto que por aquellos años se llegaron a explotar cinco tambos simultáneamente, se instalaron tinglados y se impusieron el ordeñe mecánico y otros avances tecnológicos que potenciaron una actividad que se prolongó hasta fines de los 90.

   El negocio, un almacén de ramos generales de la compañía, estaba ubicado en un lugar estratégico; precisamente, en un cruce de caminos. En pocos años el rubro fue adquiriendo mayor importancia, hasta que el desarrollo carretero comenzó a pasar por otras geografías y Colonia Médici quedó aislado de las principales rutas. l
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El bar del complejo de turismo La Juanchesca ofrece una cuidada reconstrucción de la arquitectura y el estilo de los pueblos rurales de la zona denominada como la Pampa Gringa santafesina.

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Calles de tierra para un viaje hacia el pasado



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