Negocios cerrados e ira en Empalme tras el asesinato de un comerciante

n n Los frentistas bajaron las persianas a las 18 y los vecinos manifestaron luego en Juan José Paso. Pedían aclarar el crimen de Sergio Brusa y vigilancia reforzada en esa zona azotada por robos

Más de medio millar de vecinos se movilizaron ayer por las calles de Empalme Graneros para exigir justicia por el homicidio de Sergio Ramón Brusa, el comerciante de 46 años que anteayer fue asesinado de un tiro a quemarropa por la espalda en su domicilio, cuando dos delincuentes a cara descubierta intentaron robarle. Los comerciantes bajaron las persianas de sus locales en señal de repudio y la presión de la gente fue tan grande que hasta obligó a los efectivos policiales de la zona a trasladarse hasta Juan José Passo al 2600 para participar de una asamblea popular.

   El asesinato a sangre fría cometido anteayer contra Sergio encendió la mecha en Empalme. Este padre de tres hijos tenía un almacén en Rouillón y Carrasco, y al lado había instalado una distribuidora de cerveza. El lunes, poco después de las 14.30, dos jóvenes a cara descubierta se presentaron en el negocio haciéndose pasar por clientes. La hija mayor de Sergio atendió a los muchachos a través de un ventiluz y con la puerta cerrada. Cuando la joven de 21 años se alejó de la entrada para ir a buscar el pedido, los delincuentes abrieron la puerta e ingresaron. Uno de ellos llegó hasta la cocina y el otro quedó en un pasillo. Al escuchar los gritos de su hija, Sergio salió de una habitación y uno de los malvivientes le disparó por la espalda dejándolo malherido. El hombre agonizó más de una hora y cuando llegó la ambulancia del Sies ya había fallecido.



Indignación. El brutal asesinato despertó la indignación de los vecinos del barrio. Anoche más de medio millar de personas se movilizaron para reclamar el esclarecimiento del hecho. Pero también exigieron más presencia policial y que haya una ambulancia permanente.

   A las 18, los comerciantes del barrio bajaron las persianas en señal del luto. Sólo quedaron con las puertas abiertas las farmacias de turno. Y lentamente, los vecinos se fueron arrimando al Club La Gloria, en Juan José Paso al 2600.

   La presencia de móviles policiales fue incesante durante toda la jornada. “Ahora está la policía, pero cuando lo mataron a Sergio no había ningún cana”, disparó José.

   A las 19, los vecinos habían comenzado a deliberar. Pero pocos minutos después de las 19.30, un grupo decidió marchar hasta la comisaría 20, ubicada a unas 5 cuadras del lugar. “Justicia, justicia”, gritaba la gente. Ocho minutos después medio centenar de personas se reunieron frente a la seccional donde fueron atendidos por el jefe, Pedro Domínguez, a quién le lanzaron un rosario de reclamos.

   “Lo que le pasó a ustedes, nos puede pasar a nosotros también. Estamos trabajando para esclarecer este caso y no nos vamos a enfrentar con los vecinos”, dijo el comisario.

   Pero la gente, lejos de tranquilizarse, pedía más respuestas y reclamaba que los agentes se trasladaran al club donde se hacía la asamblea.

   El comisario inspector Jorge Wollschelejel, jefe de Inspección de Zona 2ª, accedió al pedido de la gente. Caminó con los vecinos hasta el club y se prestó a dialogar con la multitud.



Respuestas. Desde una tribuna improvisada en la caja trasera de una vieja pick up, el inspector de zona afirmó que “el jefe de la Unidad Regional II y toda la policía de Rosario está trabajando para eslarecer este caso”. Luego contó que había cinco órdenes de allanamiento para hacer en la zona de villas cercranas. “Si quieren que los acompañemos en los procedimientos, todos estamos dispuestos a ir”, gritó la gente.

   El comisario apuntó además que se incrementó la presencia policial en la zona y aseguró que eso continuará. Pero, la gente desconfió de los dichos de Wollschelejel, quien les propuso que la semana próxima se haga otra reunión para analizar cómo funcionó el operativo de seguridad.

   Finalmente, la madre de la víctima, Alicia, propuso que se forme una comisión de vecinos que viaje a Santa Fe y se entreviste con el gobernador Jorge Obeid para exigir que la policía tenga más efectivos y más medios para brindar seguridad al barrio. l

Alicia de Brusa (de saco blanco) encabezó la movilización de los vecinos y sugirió que se arme una comisión barrial para viajar a Santa Fe a entrevistarse con el gobernador y exigirle más seguridad.