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domingo,
25 de
febrero de
2007 |
Punto y bronca
Aníbal Fucaraccio / La Capital
El saldo que arrojó la igualdad no conformó las ansias del pueblo canalla. Quedó claro. Los hinchas se fueron con un comprensible rasgo de enfado por la oportunidad dilapidada. La endeblez del rival de turno, el sugerente antecedente inmediato en La Bombonera y la condición de local prometían un rédito mayor, pero fue deseo y decepción. Central no pudo superar a Banfield en el Gigante y las mayores razones de esa frustración radicaron en el mismo funcionamiento del conjunto de Néstor Gorosito. Así, la parcialidad auriazul se retiró de la cancha con una sensación amarga. Fue uno a uno. Punto y bronca. Y poco más.
Central no pudo confirmar el buen arranque exhibido en el Clausura. Este empate no ofreció una plusvalía. Y el discreto rendimiento expuesto ante un adversario en agonía echó por tierra los anhelos sembrados ante Boca. Eso demuestra que este equipo todavía transita un sendero formativo y que más de una vez va a sufrir el precio de crecer en el camino. Del otro lado de la línea de cal, la gente debió comprender a la fuerza que hay que serenar los pronósticos y los análisis durante los primeros pasos de un certamen.
El partido arrancó con ida y vuelta que pocos imaginaban. Los dos cambiaban insinuaciones y estocadas. Esa realidad desnudó severas falencias en ambas defensas pero a la vez agregó condimentos de emoción. A los 9', Bologna le tapó un derechazo a Ledesma luego de una interesante combinación con Zelaya en el área. Fue el aviso.
A los 10', el Kily envió un centro pasado que bajó Ledesma y la pelota le quedó servida a placer al boliviano Raldes, quien tuvo tiempo de pararla y elegir la mejor opción. Fue un gol muy festejado.
La visita contestaba con pelotazos cruzados a las espaldas de Moreira que aprovechaba con criterio Civelli pero el Taladro fallaba en la puntada final pese al esfuerzo de Lujambio.
Tras la conquista, Central no aprovechó el efecto para definir el pleito. El Kily mostraba su talento en cuentagotas porque su tobillo le pasaba factura y ese sacrificado aporte no alcanzaba para motivar a sus compañeros. Los muchachos de Pipo tuvieron ocasiones a través de Ríos y Azconzábal pero no se animaron a bajar el martillo.
Patricio Hernández cambió de timón en el complemento. Sacó a los tibios Morales y Vitti y los cambió por Cvitanich y Chatruc. Esas modificaciones variaron el tablero de acción. En un partido chato y gris, Banfield había emparejado el trámite y a los 63', llegó la temida igualdad a través de un certero cabezazo de Cvitanich que transformó en un punto un centro de Andrizzi.
Central no tuvo reacción. La entrada de Di María, a los 66', fue un tardío esbozo de la derrota de Gorosito en el pizarrón. Un remate de Angelito (80') y un cabezazo de De Porras en la expiración del cotejo no lograron torcer la historia. Así, los dueños de casa pagaron cara su falta de osadía.
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Fotos
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El Kily se lleva la pelota ante tres defensores.
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