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domingo,
22 de
octubre de
2006 |
De hierba adorada a condimento secreto
En términos botánicos, la planta de tabaco pertenece al género de las nicotianas (que poseen o sintetizan la nicotina o sus relacionados). Las distintas especies difieren por la forma específica de la hoja, tamaño, altura de la mata, numero de hojas, forma de la planta (cónica, cilíndrica) y el tipo de alcaloides relacionados con la nicotina, entre otras cuestiones.
El tabaco es una especie agrícola muy adaptable al ambiente y con una alta capacidad reactiva a las variaciones del medio natural. Para que la hoja llegue a constituir una materia prima fumable debe ser curada y añejada, todo un largo proceso que desemboca en los tipos que conocemos: rubios (tipo Virginia, de alto contenido de nicotina, curados artificialmente) o negro (curados al aire); cigarro puro; tabaco de pipa; tabaco para mascar y tabaco en polvo para rapé, casi en desuso.
Más allá de asociar al tabaco con el daño que ocasiona a quienes lo fuman, otros usos de esta planta se presentan como alternativas. De hecho los nativos americanos la consideraban una hierba divina.
u Insecticida: la nicotina contenida en el polvo o restos agrícolas o industriales de hojas de tabaco actúa como un efectivo exterminador de gérmenes, sin los efectos secundarios negativos sobre el medio ambiente y la salud.
u Acido cítrico: el tabaco es rico en ácido cítrico, especialmente algunas variedades como el Makhorka, cuyo contenido en este ácido es del 6 al 8% (el limón, considerado como el fruto más rico en ácido cítrico, no llega al 6%).
u Papel: los tallos del tabaco suelen desecharse como un producto sin valor. Sin embargo, investigadores búlgaros ensayaron y pusieron a punto una técnica de extracción de la celulosa contenida en los tallos del tabaco y su posterior blanqueo industrial para su transformación en papel de imprimir.
u Aceites industriales: no comestibles, pero con una gama de aplicaciones industriales importante (fabricación de pinturas, por ejemplo).
u Proteínas comestibles: a partir de las hojas o de las plantas completas de tabaco se ha conseguido extraer proteínas de un alto valor nutritivo y dietético para el hombre.
u Chimó: se trata de una pasta de consistencia blanda obtenida de extractos acuosos, fluidos de los desperdicios del proceso del tabaco. En porciones pequeñas como granos de arroz, se adhieren detrás de los dientes anteriores produciendo una fuerte salivación y cierta euforia, disminuyendo el apetito y aumentando la capacidad de trabajo.
u Condimento: tal vez el uso más personal y excéntrico, pero algunos chef lo incorporan como condimento "secreto" en platos con pescado.
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