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 domingo, 22 de octubre de 2006  
Lula recomendó a sus adversarios que recen para que él gane

San Pablo.- El presidente de Brasil y candidato a la reelección, Luiz Inácio Lula Da Silva, consideró hoy que sus adversarios en los comicios del domingo deberían “pedirle a Dios” para que él sea reelegido y pueda dejar al país “mucho mejor”, mientras la oposición redobló sus cuestionamientos.

“En lugar de andar con tanta bronca contra mí, ellos deberían pedirle a Dios que yo gane para poder dejar a Brasil mucho mejor”, aseguró el candidato, durante un acto en la ciudad de Tiradentes, región este de Sao Paulo.

Mientras, los partidos opositores avanzaron en su intento de acorralar al mandatario con revelaciones que surgen de un informe de la Policía Federal y que vinculan a su secretario personal con la compra de un dossier contra sus candidatos.

La oposición intenta demostrar que Lula sabía que miembros de su Partido de los Trabajadores (PT) pretendían comprar las informaciones, al parecer falsas, que vinculaban a los candidatos del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) al gobierno de Sao Paulo, José Serra, y a la Presidencia de la República, Geraldo Alckmin, con un sonado caso de corrupción.

“Lo que está ahí (en el informe) es suficiente para caracterizar que los hombres del presidente están involucrados (en la negociación del dossier)”, afirmó el jefe del comité de campaña de Alckmin, senador Sergio Guerra, citado hoy por el diario Folha de Sao Paulo.

“Si el presidente no sabe nada como siempre afirma, él ya no es el presidente; es un demagogo”, agregó Guerra.

De acuerdo a un informe preliminar de la policía, el jefe de gabinete y secretario personal de Lula, Gilberto Carvalho, se comunicó por teléfono con el ex analista de riesgo de su campaña electoral Jorge Lorenzetti, acusado por la policía de ser el mentor de la maniobra del dossier.

Lorenzetti y Carvalho hablaron por teléfono dos veces el mismo día en que estalló el escándalo del dossier, cuando dos integrantes del PT fueron apresados con más de 800 mil dólares en efectivo, dinero con el que presuntamente iba a comprar el material.

Ayer, Carlos Sampaio, relator de la comisión parlamentaria que investiga el escándalo de corrupción, al que pretendía vincularse a los socialdemócratas, solicitó que el Congreso convoque a declarar a Carvalho.

“¿Por qué (Carvalho) guardó ese secreto (el contacto telefónico) por casi 40 días y sólo lo revela ahora, en el momento en que llega la intervención telefónica de Lorenzetti y en el momento en que la Policía Federal lo apunta (a Lorenzetti) como el articulador de toda la operación?”, preguntó Sampaio.

También serán convocados a declarar en el congreso José Dirceu, ex ministro jefe de la Casa Civil de Lula, quien también contactó telefónicamente con Lorenzetti, y el asesor especial de la Presidencia Rogerio Aurelio Pimentel, quien se reunió con uno de los petistas involucrados en la maniobra, Freud Godoy.

Por su parte, el presidente del Partido del Frente Liberal (PFL, derechista, aliado al PSDB), senador Jorge Bornhausen consideró que la maniobra se enmarca en un “crimen electoral”.

“Después de su mujer, Gilberto Carvalho es la persona más próxima al presidente, casi un hermano. Con esa proximidad, no será posible retirar al presidente de la República la responsabilidad por el crimen electoral cometido”, manifestó.

Nada ajeno a estas acusaciones, Lula aprovechó un acto en la ciudad de Tiradentes para resaltar que él gobierna para la mayoría, en contraposición a su rival del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Geraldo Alckmin, que “gobierna para los ricos”.

“Un presidente de la República precisa gobernar para 190 millones (habitantes de Brasil) y no para 30 ó 35 millones como sucedía en este país” (durante el gobierno de su antecesor Fernando Henrique Cardoso, también del PSDB), puntualizó, tras detallar los diversos programas sociales que promovió durante su mandato.

También rebatió las afirmaciones de sus oponentes que lo acusan de querer dividir al país en ricos y pobres: “No quiero dividir nada. Yo ya nací pobre. Si dependiera de mí no habría pobres y ricos; sólo habría ricos”, manifestó el ex líder sindical, arrancando aplausos de los centenares de personas que participaban del evento. (Télam)


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