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domingo,
22 de
octubre de
2006 |
Las islas
y el turismo
Ya se han mencionado en infinidad de notas todos los problemas que acarrea la quema de pastizales en las islas entrerrianas frente a Rosario. Yo querría hacer reflexionar sobre el gran encanto turístico que tienen las islas, y que esa posibilidad de explotarlas turísticamente está desaprovechada. Son pocos los lugares del mundo que pueden ofrecer un entorno de naturaleza con riachos, lagunas, árboles, fauna en un estado casi virgen, virgen en el sentido que no hay calles, casi no vive gente. Sabemos muy bien que en los últimos años se han ido desvastando, pero aún se puede rescatar ese estado natural en frente de una gran ciudad de más de un millón de habitantes con torres de edificios, hotelería y comercios. Durante mucho tiempo nos hemos pregutado los rosarinos qué tiene para ofrecer la ciudad al turista. Quizás antes que nosotros mismos lo hayamos descubierto, ya lo han hecho los cada vez más frecuentes viajeros que nos visitan. Las son un gran atractivo turístico, Eso sí, se debe invertir en conservar su ambiente natural lo más virgen posible y desarrollar actividades de ecoturismo y turismo aventura. Hoy vivo en España y aquí veo cómo ciudades que tienen mucho menos que Rosario para ofrecer al visitante hacen campañas de promociones e inventan actividades insólitas para fometar el turismo. Y en segundo lugar, destaco el cada vez más difundido "turismo aventura" en las modalidades más sencillas que se nos puedan ocurrir, caminatas, senderismo, circuitos naturales para bicicletas. ¿No creen que invertir en estas actividades generaría un ingreso importante a la ciudad?
Alejandro Juan Colla
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