Año CXXXVII Nº 49269
La Ciudad
Política
Economía
La Región
Información Gral
El Mundo
Opinión
Policiales
Ovación
Cartas de lectores



suplementos
Educación
Escenario
Estilo


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 15/10
Mujer 15/10
Economía 15/10
Señales 15/10
Educación 14/10
Salud 11/10
Página Solidaria 11/10

contacto

servicios
Institucional



 sábado, 21 de octubre de 2006  
Turf: No ha quedado ni la tradición

El hipódromo Independencia data de 1901. Se construyó junto con el hermoso Parque de cien hectáreas que lo rodea. En las primeras siete décadas del siglo pasado su crecimiento fue constante. Una a una se fueron agregando nuevas tribunas, hasta llegar a la de Profesionales, que se concretó en la década de los 70.

Hasta ese momento el hipódromo tenía una actividad enorme. Dos reuniones semanales (los sábados con carreras no oficiales y los domingos con carreras oficiales). Reuniones especiales en algunos feriados importantes. Docenas de studs privados en el barrio contiguo. Un parque caballar que superaba largamente los mil animales. Venta de boletos anticipada en las mañanas de los días de reunión en la sede del Jockey Club en lo que ahora es la Peatonal Córdoba. Agencias venta de boletos propiedad de la institución en algunos barrios de Rosario y en algunas ciudades vecinas.

Como por entonces no había tantos automóviles como en la actualidad, había un servicio especial de tranvías los días de carrera que paraba en la puerta misma del hipódromo. El óvalo rosarino fue pionero en materia de iluminación artificial. Había fechas especiales, donde la concurrencia era multitudinaria. Como no alcanzaban los lugares en las tribunas, muchos aficionados se cruzaban a la pista auxiliar cuando se estaban por largar las carreras, para poderlas ver con más comodidad.

Eran citas de honor el clásico "Patria" de los 25 de Mayo, primera prueba importante del calendario clásico en materia de potrillos y potrancas. La cita siguiente era el 20 de Junio, con el premio "Día de la Bandera", carrera de aliento destinada a caballos de 3 años y más edad. El desquite de esa competencia era muy próximo, los 9 de Julio, con el clásico "Presidente de la República". Después venían las "Pollas", el "Jockey Club" y sobre fin de año el conocido "Carlos Pellegrini", aunque en Rosario nunca convocó multitudes.

En medio de todas esas fechas, sin embargo, había una que por mucho tiempo fue la más importante de todas. Es que hasta la década del 70 en los hipódromos de Palermo, San Isidro y La Plata no había carreras todos los días como ahora. Por eso, muchas veces el 7 de octubre, el día de la Virgen de Rosario, solía tener reuniones hípicas exclusivas, ya que es feriado solamente en Rosario y laborable en el resto del país. Frecuentemente participaban cuidadores, jockeys y caballos porteños, aprovechando que no había actividad en sus hipódromos y que el clásico "Ciudad de Rosario" otorgaba prestigio a sus ganadores y buena retribución a los propietarios.

Tanto fue así, que por varios años la competencia quedó incorporada a las catalogadas internacionalmente como carreras de Grupo, que valorizan a sus ganadores mucho más que los clásicos que no tienen esa jerarquía. Los últimos treinta años fueron los de la decadencia del hipódromo Independencia. Ni hablar de dos reuniones semanales. Ultimamente, a duras penas se logran dos reuniones mensuales.

Se han abandonado fechas tradicionales, ya que las carreras rosarinas se organizan de acuerdo a las necesidades del simulcasting de los hipódromos máximos, que incorporan una o dos carreras de distintos hipódromos del interior a sus reuniones habituales. Los studs privados fueron desapareciendo uno a uno. Los boxes del tattersall del hipódromo cada vez tienen menos pensionistas. El otrora coqueto y muy cuidado hipódromo Independencia hasta perdió el sector denominado "La Popular", y el ovalo central de la pista, con su tribuna incluida, el que fue cedido a un instituto educativo terciario del estado provincial.

Sin embargo, hasta ahora, y por más de cien años, el 7 de octubre y su clásico "Ciudad de Rosario" fue respetado a rajatabla por el Jockey Club. Con menos público, con competidores de menos jerarquía, con premios comparativamente menos seductores, la tradición se cumplió inexorablemente y los turfman de ley dijeron presente cada año en la fecha de la ciudad.

Lamentablemente, este año 2006 dejará un mal recuerdo para la gente del turf rosarino. Amén de la preocupación que causa el anunciado alejamiento del Jockey Club, que termina su concesión el 22 de noviembre y ha manifestado que no quiere renovarla, sin que se conozca hasta ahora quién puede y quiere hacerse cargo de su explotación en el futuro.

A tal, punto, que la entidad de Córdoba y Maipú ha renunciado también a respetar la fecha del 7 de octubre, que será pasada por alto y sus clásicos "Ciudad de Rosario" y "Guido Castagnino" serán disputados este fin de semana. Puede parecer un detalle menor. Para muchos puede ser una insignificancia.

Pero las tradiciones merecen respeto. Y los burreros, los de ley, los que no aflojaron nunca, miraron el almanaque el 7 de octubre pasado y, seguramente, sintieron una nostalgia incontenible. Y tendrán una demostración más de que los tiempos cambian.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Notas Relacionadas
Body Gold se llevó el clásico Eduardo Casey

Knock va en busca de otro triunfo

Presencia rosarina en el césped

Intensa labor en la normal




  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados