Del intercambio estudiantil a la cultura integral

—Cada vez son más los intercambios culturales y académicos de estudiantes y docentes que se dan entre los países de la región, pero ¿es equivalente la movilidad que se registra a una mayor integración cultural?╠

—El círculo al que aspiramos instalar tiene que ver con la generación y difusión de ese pensamiento a través de la movilidad estudiantil o de los docentes, llevando una mirada internacional de lo que se hace. El CAB apoya económicamente programas de este tipo, asume un compromiso con estos intercambios, en las cátedras y en los doctorados. La movilidad es central, pero el CAB también mira los espacios interdisciplinarios o la creación de programas conjuntos transfronterizos. Y en esto la formación virtual, a través de las nuevas tecnologías, juegan un papel destacado. Ahora bien, el tema de la integración es crucial, pero es verdad que necesitamos que no se quede en el intercambio, sino que se plasme en otras cuestiones.╠

—En el borrador del proyecto de ley de educación nacional que se discute por estos días en la Argentina, está instalada la idea de fomentar una visión latinoamericana de la educación, también la visión integracionista. ¿Alcanza con esto? ¿Llega la idea a todos los niveles educativos?╠

—Una de las conclusiones del trabajo que hace la Universidad Nacional de Rosario es que la integración está presente en los sistemas educativos pero no se trata. Se habla de integración porque es lo mediático. Entender estos procesos integracionistas (como el Mercosur, por ejemplo) es una tarea fundamentalmente de la educación superior, pero no se está asumiendo de la manera que se necesita. Las conclusiones de este trabajo son claras al mostrar la ausencia de temas de integración en los planes de estudio de carreras universitarias. Y eso es algo que preocupa en un mundo globalizado, donde se forman profesionales que deben moverse en la virtualidad, que deben entender que las fronteras ya no existen y que la globalización es central. Los programas CAB pretenden juntar a las universidades para que sumen a la integración, algo que se puede hacer con voluntad y desde la investigación.