"Es una vergüenza que haya 800 millones de analfabetos en el mundo de hoy"

El especialista Jose María Leyton, del Convenio Andrés Bello, dice que la integración es clave para educar

Marcela Isaías / La Capital

“Nos mueve trabajar por la alfabetización porque es una vergüenza que haya tanta gente sin acceso a la cultura”, dice José María Leyton Gallego, miembro del Convenio Andrés Bello (CAB) de Colombia, para explicar de manera simple pero contundente uno de los temas clave, junto al de la formación docente, en los que hoy trabaja la organización intergubernamental.╠

Pero el profesor colombiano avanza un poco más y asegura que la integración regional es el valor esencial que debe primar en las acciones de alfabetización y formación para que no sólo se discuta el acceso al conocimiento, sino también se garantice el ejercicio pleno del derecho a la ciudadanía.╠

Recuerda que una de las funciones del Convenio es contribuir al cumplimiento de las Metas del Milenio de reducir el analfabetismo en el mundo, Cuestión que no es menor, sobre todo si se considera que hace pocas semanas la Internacional de la Educación denunció el no cumplimiento de las metas de Educación para Todos fijadas en el 2000 en Dakar, por parte de la mayoría de los gobiernos de América latina. Según este acuerdo, se proyectaron acciones para alcanzar en el 2015 educación básica y de calidad, entre otros objetivos.╠

Para el caso, considera que las universidades tienen un papel fundamental, aunque a la vez destaca que por ahora hablar de integración es todavía una cuestión más mediática que real. Pone como ejemplo el estudio realizado en Rosario donde se demuestra la ausencia de la integración en los planes de estudio superiores.╠

Precisamente Leyton Gallego estuvo en Rosario invitado para participar del VII Seminario Internacional “Integración y cooperación Atlántico-Pacífico”, organizado por el Centro Interdisciplinario de Investigación, Docencia y Asistencia (Cidam) y la Cátedra Latinoamericana para la Integración y la Cátedra Internacional Andrés Bello/Argentina (Convenio Andrés Bello). En dicho encuentro se presentó el libro Cátedras de Integración CAB - Segundo número de la serie: “La universidad y los procesos de integración social”. Espacio que Leyton Gallego compartió con dos especialistas locales en el tema, los profesores de la UNR Ofelia Stahringer y Ernesto Seselovsky.╠

El CAB es una organización internacional de carácter intergubernamental, cuya meta es favorecer el fortalecimiento de los procesos de integración y la configuración y desarrollo de un espacio cultural común. Además de “contribuir al logro de un adecuado equilibrio en el proceso de desarrollo educativo, científico, tecnológico y cultural". Fue suscripto en Bogotá, el 31 de enero de 1970 y empezó a regir el 24 de noviembre del mismo año. Lo integran Bolivia, Colombia, Chile, Cuba, Ecuador, España, México, Panamá, Paraguay, Perú y Venezuela.

—¿Cuáles son los temas centrales donde trabaja hoy el Convenio Andrés Bello?

—Actualmente, son la alfabetización y la formación. Como organización intergubernamental nos corresponde apoyar las Metas del Milenio de reducir el analfabetismo que alcanza a 800 millones de personas. Nos mueve mucho el tema de la alfabetización porque es una vergüenza que haya tanta gente sin acceso a la cultura, porque ser analfabeto es justamente estar “por fuera de”, es la exclusión personificada en 800 millones de seres humanos, de ahí que los esfuerzos del CAB están hoy concentrados en ayudar a los países a superar el analfabetismo, agregándole el valor de la integración. Se trata de acceder así al conocimiento, pero además a una mejor calidad de vida, ejerciendo el derecho a la ciudadanía. Por eso asumimos esta tarea con los países que integran el Convenio, para difundir, promover y desarrollar prácticas de alfabetización en los distintos países latinoamericanos, ayudar a su adaptación a los diferentes contextos. Pero también fomentar que la alfabetización trascienda al código o al simple acceso a la escritura y la lectura; la planteamos desde la ciencia, la tecnología y desde la cultura. Es decir, se trata de formar ciudadanos que reconozcan a la integración como un valor. Y el segundo proyecto del CAB es el de la formación, donde ponemos el énfasis para que la integración trascienda lo académico y esté como un eje transversal en la formación docente. Buscamos armonizar entre los países la idea de la integración como un valor.

—Es conocida la fragmentación entre la universidad y el resto del sistema educativo ¿Cómo se trabaja para integrar sistemas y conseguir programas comunes de acción?

—Es verdad que es un problema de diseño de los programas educativos, y si bien hemos superado en buena parte la división entre las distintos niveles, en nuestros países aún no se ha logrado armonizar entre el bachiller y la educación superior. Tal como se comenta “hay una educación superior que no mira a la educación básica porque se siente superior y la otra se siente básica”. Se trata de toda una valorización del sistema educativo en general. Sin embargo, está claro que la educación básica se nutre de la superior en la medida que hay investigación, que se generan nuevos pensamientos. Por eso la acción del Convenio Andrés Bello (CAB) es junto a los integrantes de la Universidad Nacional de Rosario, más otras seis universidades integrantes del Convenio apostar a la integración. Se trata generar pensamiento que contribuya a la formación de los maestros en materia de integración.

De paso por Rosario, Leyton Gallego aseguró que la universidad tiene un papel fundamental en la formación integracionista.