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 miércoles, 18 de octubre de 2006  
Madraza. La historia del niño que pasó de la pobreza extrema a vivir en un mundo rodeado de lujos
Madonna superó la batalla legal y vive con su hijo adoptado
La reina del pop obtuvo la custodia de David, el chico proveniente de Malawi, por un período de 18 meses

Madonna tiene por fin a su hijo adoptivo africano en su casa de Londres, una vez finalizada la batalla legal en el país de origen del niño. El pequeño de 13 meses, oriundo de Malawi, uno de los países más pobres del mundo, aterrizó anteayer a la mañana en Londres procedente de Sudáfrica. El huérfano de madre llamado David fue llevado en limusina a la residencia de Madonna, donde lo esperaba una vida muy distinta a la de su país natal.

El vuelo duró medio día. Unas 10 horas y 55 minutos desde Johannesburgo hasta Londres. Pero para el pequeño David Banda fue un viaje a un mundo casi de película.

Durante su primer año de vida el huérfano de madre de 13 meses era un niño como tantos otros en Malawi. Se estima que hay alrededor de un millón de huérfanos en Malawi, un país que figura en las estadísticas mundiales por su extrema pobreza. Con su nueva madre adoptiva, David deberá acostumbrarse a los flashes y las cámaras.

El pequeño niño en jeans, camiseta blanca y gorro de béisbol, que arribó anteayer a las 6.30 al aeropuerto londinense de Heathrow, ni llegó a enterarse de todo el revuelo que se originó alrededor suyo.

Aunque la cantante pop estadounidense de 48 años y su esposo, el cineasta británico Guy Ritchie, de 38 años, recibieron con algarabía al niño, no todo fue tan sencillo y feliz. Madonna, madre de otros dos hijos, sintió peligrar la adopción hasta último momento porque un grupo de organizaciones benéficas de Malawi quiso impedir ante la Justicia la salida del niño del país.

Finalmente, Madonna y Ritchie recibieron autorización de las autoridades del país del sudeste africano, pero la custodia les fue otorgada sólo por 18 meses. La decisión será revisada por las autoridades en Malawi y en Gran Bretaña. El padre del niño aceptó la adopción y fue el único tutor en tomar esa decisión ya que la madre murió poco después del parto.

Inmediatamente después de otorgado el permiso de salida, el niño fue llevado en jet privado de Malawi a Johannesburgo. Desde allí, siguió viaje en un avión de línea rumbo a Londres.

En el aeropuerto de Heathrow, David, que viajó acompañado de una niñera y un guardaespaldas, fue recibido por un enorme despliegue de fotógrafos, que sin embargo no pudieron verlo porque estaba cubierto por una manta. Los curiosos tampoco tuvieron ocasión de verlo a su llegada a la residencia de Madonna.

La adopción del niño africano por parte de la que supuestamente es la cantante pop más rica del mundo, con ingresos anuales estimados en casi 40 millones de euros (unos 50 millones de dólares), desató una gran controversia.

Numerosas organizaciones benéficas criticaron el hecho de que así sólo se resuelve el destino de un solo niño. Además, se puso en duda la legalidad del procedimiento, porque en Malawi los padres adoptivos generalmente deben pasar más tiempo con el niño antes de poder adoptarlo (ver aparte).

Madonna fue criticada además porque el viernes de la semana pasada regresó a Londres sin el pequeño, de allí se argumentó que aún no estaban listos los papeles de David.

Sin embargo, el gobierno de Malawi rechazó las acusaciones según las cuales la adopción no habría sido del todo legal. Un portavoz del Ministerio Social dijo a la radio sudafricana SAFM: "No hubo dinero en juego. Y el gobierno también tiene el derecho de tomar las decisiones correspondientes". Este martes también se especulaba con que el niño podría ser adoptado según las leyes estadounidenses.

Por otra parte, la cantante también recibió elogios. En su estancia en Malawi, anunció la semana pasada que creará con su organización "Raising Malawi" un centro de ayuda para otros 4.000 huérfanos.

Madonna pasa la mayor parte del año en Londres con Ritchie y sus dos hijos, Rocco, de seis años, y Lourdes, de diez, a quienes, desde ahora se sumará el pequeño David.


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Madonna, durante su visita a Malawi.

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