Los Cabos: México lindo y querido

En México los cuatro elementos de la naturaleza se distribuyen caprichosamente creando paisajes únicos. Si hubiera que elegir un lugar donde este concepto se hiciera absoluta realidad ese sería el Mar de Cortés, donde el agua acaricia las arenas de la costa y el desierto hace rugir al sol en una geografía simple y a la vez compleja.

Los Cabos es uno de los cinco municipios del estado de Baja California Sur, justo ahí donde termina la península de Baja California y la tierra se funde en el mar. Es un sitio beneficiado por la naturaleza, ideal para el relax y las vacaciones donde no es noticia la tranquilidad provinciana y todo se transforma en cada noche de bohemia, luces, brindis y música bajo el cielo de estrellas.

Dos pequeñas y muy diferentes ciudades, San José del Cabo al noreste y Cabo San Lucas al sur, ofrecen 20 millas de playas rodeadas de paisajes inigualables que combinan desierto, montaña y mar en una síntesis perfecta. Ambas se encuentran en la punta de la Península de Baja California, sobre el océano Pacífico mexicano, un lugar donde comerciantes y piratas encontraron un refugio seguro y marcaron su estigma cultural y tradición.

Buscando una nueva ruta para el comercio con Oriente, bajo las órdenes de Hernán Cortés, llegaron los primeros exploradores españoles allá por el siglo XVI. La Península tardó mucho en ser reconocida como Los Cabos. Recién pasado un siglo desde su descubrimiento, los jesuitas incorporaron el territorio como Nueva España.

Hasta los los años 70 sus playas extensas y blancas fueron un secreto guardado sólo para algunos privilegiados. El Mar de Cortés es una de las maravillas marinas más interesantes y ricas de México, y sus costas enhebran un paisaje intenso y árido donde se pueden encontrar hermosas bahías, cuevas de piedra y ensenadas de color turquesa. A partir de los años 40 algunos millonarios instalaron allí sus casas de verano y luego todo fue creciendo hasta convertirse en un destino turístico internacional.

Aún famoso por su pesca y la posibilidad del avistaje de ballenas, Los Cabos es reconocido actualmente por sus campos de golf. Jack Nicklaus, Robert Trent Jones II y la DYE Corporation fueron los diseñadores de los seis campos de golf de la región, los cuales se complementan con glamorosos hoteles, algunos pequeños y otros estilo resort.

Frente a la pintoresca ciudad de San Lucas se unen el Mar de Cortés y el Pacífico, un cuadro perfecto para albergar extensas franjas de arena y hoteles con bellas vistas al atardecer lo que lo transforman en un destino romántico por naturaleza. La ciudad nunca duerme por la inquietante vida nocturna y en el día invita a visitar sus cafés, shops y tiendas.

Una larga autopista la une a San José del Cabo, más pequeña e histórica, edificada alrededor de un fuerte fundado por los misioneros jesuitas hace más de 200 años. Es el lugar de los restaurantes, las plazas, las galerías de artesanos y también de las actividades deportivas.


Qué visitar

Estero San José: un oasis de frondosa vegetación que es la escala obligada para más de 200 especies de aves migratorias. Es una reserva natural de 50 hectáreas que se encuentra en la desembocadura del río San José, en el mar de Cortés. En una zona desértica en la que sólo llueve cuatro o cinco días al año, generalmente en septiembre, la flora ha desarrollado su capacidad para almacenar y aprovechar al máximo el agua de las precipitaciones.

Cabo San Lucas: en la década del 70 del siglo pasado, este antiguo pueblo de pescadores se transformó en un destino turístico. Las razones sobran para el cambio: una bahía pequeña y pintoresca, soñada; un mar excepcional de aguas transparentes con cadenas de corales negros y cascadas submarinas de arena.

El Arco: el vaivén persistente de las olas esculpió la roca durante cientos de años hasta crear un arco monumental e imponente justo en un extremo de la península de Baja California. Bajo la sombra del arco se unen las aguas del mar de Cortés y del océano Pacífico. En su superficie rocosa y ríspida habitan traviesas focas y leones marinos, siendo uno de los mayores atractivos de este coloso de piedra que se ha convertido en el símbolo principal de Los Cabos.

Playa del Amor: cada cuatro años en las cercanías del famoso Arco del Cabo San Lucas se forma una playa de arena blanca ideal para parejas que buscan soledad y silencio en un paisaje casi virgen. La vista turquesa del Mar de Cortés uniéndose con el océano Pacífico es el marco perfecto para los románticos, que también pueden descubrir otra perspectiva realizando paseos en lanchas con fondo de cristal.

El Faro de Cabo Falso: en sus mejores tiempos guió a las embarcaciones que surcaban el mar. Hoy, es un esqueleto abandonado que se reclina sobre las dunas. Fue construido en 1890 y, a pesar de su aparente abandono, es una de las mayores atracciones del Cabo San Lucas. Está localizado a pocos kilómetros del centro, pero sólo se puede llegar a caballo o en vehículos 4 x 4, medios de transporte que se pueden alquilar sin problema en el centro de la ciudad.

La Marina: es el corazón turístico del Cabo San Lucas. Un lujoso punto neurálgico con zonas de atraque para más de 350 yates y botes, innumerables restaurantes, tiendas en las que podrá encontrar todo lo que necesite y un gigantesco centro comercial.

El Corredor: es una vía de 32 kilómetros que une la apacible ciudad de San José del Cabo con Cabo San Lucas. Tiene cuatro carriles y es una de las vías más importantes de Baja California, permitiendo el tránsito rápido y fácil de las miles de personas que van de un cabo al otro. El corredor se erige en forma paralela al Mar de Cortés y está flanqueado por lujosos hoteles, campos de golf y bellísimas playas.

Los Cabos es uno de los cinco municipios del estado de Baja California.